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A un año de la muerte de Maradona: las profundidades «políticas» de Diego


También acompañó luchas políticas, acercándose a causas "más nobles", entre las cuales el autor defendió "ese amor incondicional con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia"

Diego Maradona, héroe deportivo y referente popular fallecido hace un año, «tuvo un crecimiento y madurez política en defensa de grandes líderes latinoamericanos que devolvieron la dignidad y esperanza por un mañana mejor«, asegura el periodista y escritor platense Julio Ferrer, autor de una obra que aborda el pensamiento político del astro.

En el volumen, sucesor de ‘D10S. Miradas sobre el mito Maradona’ (2020), lanzado a la calle días antes de que el astro cumpliera los 60 años en octubre del 2020, el autor navega en las profundidades de las relaciones que el ’10’ mantuvo con diferentes líderes políticos latinoamericanos como Fidel Castro, Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Evo Morales, Lula Da Silva y Nicolás Maduro, entre otros.

El libro, que cuenta con más de 230 páginas e incluye -al menos- 50 testimonios entre personajes de la política, el fútbol y el periodismo, fue lanzado por la editorial ‘Punto de encuentro’.

«Diego tuvo un crecimiento y madurez política en defensa de grandes líderes latinoamericanos que devolvieron la dignidad y esperanza por un mañana mejor«, sostuvo Ferrer, nacido en 1976 y que también publicó ‘Osvaldo Bayer íntimo. Conversaciones con el eterno libertario’ (2012).

Ferrer, que también escribió ‘Stella Calloni íntima. Una cronista de la Historia’ (2014), resaltó que el apoyo del astro del fútbol a esos dirigentes políticos se dio en contraposición «a esas batallas contra los magnates y burócratas del fútbol mundial, que no toleraban que ese niño criado en una de las zonas más pobres de Buenos Aires desafiara al poder corrupto», dijo.

«No hubo en la historia del fútbol mundial un deportista de la dimensión de Maradona que hiciera algo similar, que se enfrentara con los poderes establecidos hasta las últimas consecuencias. Eso lo convirtió en un guerrero noble y épico«, expresó el autor.

Ferrer apuntó que este ‘D10S deportivo’ con camiseta celeste y blanca solamente puede tener «algún punto de contacto» con la emblemática carrera del campeón mundial de boxeo, Muhammad Alí, otro ícono del deporte internacional, durante las décadas del ’60 y ’70, principalmente.

«Hay puntos en común entre ambos. Primero, la belleza inigualable que tuvieron en sus disciplinas: fueron únicos. También en el carisma desafiante y la relación con los medios de comunicación, que no pararon de enaltecerlos o destruirlos, según la ocasión«, describió el escritor.

Para el autor, las dos glorias del deporte «lucharon con el poder real hasta las últimas consecuencias para transformarse en bandera de los de abajo«.

«Además -continuó Ferrer- todos los protagonistas de la política, como así también del espectáculo, caían rendidos a sus pies: presidentes, primeros ministros, jeques, artistas, figuras del jet-set«.

La única diferencia que estableció el periodista platense que supo entregar notas en Página 12, Tiempo Argentino o El Día, entre otros, es que «Maradona tuvo una devoción más planetaria no sólo por los fieles que lo vieron jugar, sino por generaciones que pudieron disfrutarlo en videos o relatos«.

A casi un año de su partida física, el ’10’ sigue concentrando «procesiones paganas y religiosas que veneran su figura» en todo el mundo, hecho que el autor atribuye a la condición de que «Diego Maradona nunca renegó de su condición de clase«.

«Siempre supo (Maradona) que sus orígenes venían de los sectores más pobres y sufrientes. En su carrera se observó cómo siempre defendió los derechos de los futbolistas. Formó la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales, junto a (Eric) Cantoná. Peleó premios como capitán del seleccionado o se enfrascó en batallas contra la FIFA«, elogió Ferrer.

Además del perfil deportivo enumerado, Maradona también acompañó luchas políticas, acercándose a causas «más nobles», entre las cuales el autor defendió «ese amor incondicional con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia».

«Ese Maradona como sujeto político y fenómeno social, es el que detestan las derechas reaccionarias a nivel mundial. Nunca van a tolerar que Diego Armando Maradona haya sido un Hijo del Pueblo«, reflexionó.

El autor no desestima la posibilidad de «escribir un libro por año» sobre diferentes facetas que recreen «historias de vida» del crack, aunque confesó que su sueño consistiría en «hacer una novela en la que los personajes centrales fueran Diego, mi tío Héctor Malnati, militante político desaparecido por el terrorismo de Estado en noviembre de 1976, y mi papá ‘Bocha’, un personaje que me enseñó los placeres de la vida», sostuvo.

No tener ya a Maradona en este mundo, en el aspecto cotidiano, otorga esa sensación, parafraseando a Bersuit, de «un muerto que no para de nacer» (tal lo expuesto en el tema ‘La Murguita del sur’). Sin embargo, Ferrer destacó que la figura del ídolo «trascenderá presente y futuro».

«Maradona seguirá siendo un personaje fascinante por lo futbolístico, lo humano y lo político. También por la pasión y devoción que seguirá despertando no sólo en la Argentina, sino también sobre millones de personas alrededor del mundo«, consideró

Según el autor, el emblemático capitán de la selección argentina es un «Dios que conmueve inclusive a ateos y agnósticos. Ese amor reverencial que se siente por él se da porque su esencia y espíritu vivirá en el sentir popular eternamente«, sentenció.