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A pesar de las mejoras registradas este mes, continúa la bajante en el río Paraná


Juan José García

El INA advirtió sobre una "mejoría de corto plazo" en las lluvias sobre la región pero la tendencia climática "aún sigue siendo desfavorable" y añadió que si bien se produjo "una mejoría en los niveles fluviales" aún no se registran niveles normales

La bajante del río Paraná persiste en los distintos puertos de Entre Ríos, a pesar de que el caudal continúa en crecimiento desde que comenzó octubre, dado que la altura de las mediciones hídricas en la provincia permanecen lejos de sus niveles normales y por debajo del nivel de aguas bajas, informaron hoy fuentes de Prefectura Naval y el Instituto Nacional del Agua (INA).

El INA advirtió sobre una «mejoría de corto plazo» en las lluvias sobre la región pero la tendencia climática «aún sigue siendo desfavorable» y añadió que si bien se produjo «una mejoría en los niveles fluviales» aún no se registran niveles normales.

El organismo explicó que la condición de aguas extremadamente bajas continuará persistiendo «sin un rápido retorno a la normalidad por lo menos» hasta febrero de 2022.

La bajante extraordinaria actual viene afectando considerablemente la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades a la vera del agua en Entre Ríos.

Las alturas actuales ya superaron las marcas de 1971 (0,50 metros), las de 2020 y 1970 (0 metros), y hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual, cuando el río marcó -1,40 (debajo del nivel del mar) metros frente a la ciudad de Paraná.

Este mes, el río creció más de un metro a la altura de la capital entrerriana y pasó de -10 centímetros el 5 de octubre a 98 centímetros este mediodía.

De todos modos, permanece lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en octubre (2,67 metros).

Aún así, el INA espera que continúe creciendo lo que resta del mes, oscilando su altura entre los 1,15 y 1,70 metros en noviembre.

En La Paz, el río Paraná aumentó de 62 centímetros en octubre hasta los 1,83 metros hoy, aunque sigue por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y de los 3,72 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) registró como promedio entre 1996 y 2020.

Allí, el organismo nacional espera que la altura permanezca «aumentando», entre los 1,75 y 2,30

metros a principios de noviembre, pero lejos de sus promedios históricos.

En el puerto de Diamante pasó de 12 centímetros los primeros días de octubre a 1,20 metros, muy lejos de los 2,40 metros del límite de aguas bajas, y el INA prevé que vuelva a descender a fin

de año, con un promedio de 1,19 metros en noviembre y 0,86 en diciembre.

En Victoria creció y se mantiene cercano al metro desde principios de mes y con una altura hoy de 1,38 metros, pero lejos de los 2,60 metros de aguas bajas, y el INA prevé que aumente a 1,80 en noviembre y a 1,79 metros en diciembre.

El historiador, poeta y cantautor Roberto Romani, afirmó que la bajante «es un golpe anímico muy duro desde lo ambiental y social» y señaló que «no hay memoria de algo similar y va a demorar años en recuperarse».

«Es un golpe anímico muy duro ver tanta arena y no escuchar los pájaros, hay silencios que dan tristeza y una pena tremenda a todos los que amamos y nos criamos con el río», acotó el autor de unos 25 libros y convocó «al Estado, la docencia, los medios y las familias a procurar transmitir lo que significa vivir en torno al río y su importancia» una vez que se supere esta bajante histórica. «Tenemos que cuidarlo mucho, depende de nosotros no agredirlo, mantenerlo limpio y no perjudicarlo de tal manera que cuando ocurren fenómenos como estos no genere la sensación de que ese cauce puede silenciarse para siempre», concluyó el historiador.