Cintia Farías, hermana de Fernando Farías, el joven rosarino fallecido en Brasil, compartió una conmovedora carta pública
Mientras familiares, amigos y allegados de Fernando Farías, el joven rosarino de 34 años que falleció en Florianópolis, impulsan una campaña solidaria para repatriar sus restos a Rosario, su hermana Cintia Farías Ruggeri rompió el silencio con un texto profundamente conmovedor, cargado de dolor, amor y denuncia.
“Mi hermano no murió por una decisión individual. A mi hermano lo mató la droga, lo mató la depresión, lo mató la ausencia del Estado”, escribió y agregó: “Fue víctima de un sistema que le soltó la mano como lo hizo y lo hace con tantos otros”.
En su mensaje, publicado en redes sociales, Cintia agradece las muestras de afecto recibidas, pero aprovecha el momento para poner en palabras lo que muchos callan: la crudeza de atravesar un proceso de salud mental sin recursos suficientes, la impotencia de buscar ayuda y no encontrar una red estatal sólida, y la desprotección que sienten miles de familias frente al avance de las adicciones.
“Él vivía con una tristeza profunda. En charlas que teníamos, él, llorando, me decía que solo la droga lo sacaba de ese pozo, aunque luego lo empujara a otro peor”, relató. En Rosario, Fernando fue atendido en distintos espacios, incluso en el Programa Andrés. Pero “no alcanzó”. En este sentido, Cintia subrayó: “Cuando el Estado no está de forma integral, sostenida, con políticas reales, la ayuda se convierte en un parche, en un intento desesperado”.

Fernando había decidido mudarse a Brasil junto a su compañera Vicky, “su faro en la oscuridad”, con la ilusión de comenzar de nuevo. Pero su hermana apuntó: “El dolor no entiende de fronteras. La depresión tampoco”.
Cintia también dirige sus palabras al gobierno provincial: “En Santa Fe las drogas no entran solas. Hay complicidades, estructuras de poder, negocios millonarios que involucran a empresarios, fuerzas de seguridad y funcionarios”. Y denunció la lógica de los operativos policiales que, según ella, “montan circo”, pero no tocan a los verdaderos responsables del narcotráfico.
Su grito se convierte en consigna: “Más Estado, no menos”, en clara oposición a los discursos que promueven el recorte de políticas públicas. “La vida de las personas no puede depender solo del amor familiar o del esfuerzo individual”, sentenció.
“Fer era sensible, artista, generoso, talentoso. Su vida valía y sigue valiendo. Pero fue devorada por un sistema injusto”, dijo en un resumen de su hermano que conmueve.
Mientras la familia realiza gestiones judiciales en Brasil para poder concretar la repatriación —proceso que se vio demorado por el feriado de Semana Santa—, en Rosario se organizó una colecta solidaria y un recital a la gorra para reunir los 7 mil dólares necesarios. La comunidad rosarina, conmovida por la historia, se moviliza con el objetivo de que Fernando pueda descansar en su ciudad natal, rodeado de los suyos.
“Este escrito es un grito de amor y de justicia. Porque si el dolor no se convierte en lucha, entonces no cambia nada. Y yo quiero que cambie. Por mi hermano. Por tantos otros Fer. Porque nadie más debería tener que pasar por esto”, cerró Cintia.