Por Enrique Genovar
No hay dudas de que con la llegada de Néstor Ortigoza Rosario Central ha dado un salto de calidad. Pero en pos de luchar por los objetivos para este primer semestre que se trazaron entre el flamante cuerpo técnico y la dirigencia (clasificarse a una copa internacional para 2019, dejar en el camino al poderoso San Pablo y pasar de fase en la Copa Argentina) hay dos puestos clave que se debe reforzar sí o sí: zaguero central y mediocampista central.
En defensa. Es que más allá de que Fernando Tobio y Mauricio Martínez son inamovibles en la zaga central, ninguno de estos tiene un reemplazante. Con la ida de José Leguizamón al fútbol paraguayo, además de Martínez y Tobio en el plantel sólo está Luciano Recalde, un juvenil que está realizando recién la primera pretemporada con el plantel profesional. Es por esto que el Canalla necesita al menos un zaguero central de experiencia para que sea alternativa de los dos que hoy son titulares.
En la mitad de la cancha. La idea del entrenador, al menos en su ideal, es jugar con doble cinco. Y de no mediar imponderables esos lugares son para Maximiliano González y Ortigoza. El Gordo tiene como reemplazante a Leonardo Gil o a alguno de los juveniles. Pero el que no tiene reemplazo es González. Es que en el actual plantel el que podría jugar en su posición es Martínez, pero está claro que con Leo Fernández en el banco el ex Unión va a jugar en defensa.
No hay dudas de que el plantel necesita incorporar en esos dos lugares, para tener así dos opciones por posiciones en todos los puestos.