El miércoles se develará el elevado dato inflacionario que se espera entre el 5.5% y el 6%. Martín Guzmán volverá a estar en el ojo de la tormenta. ¿Insistirá el kirchnerismo en pedir su cabeza?
En medio de una interna feroz dentro de la coalición oficialista, el presidente Alberto Fernández se prepara para enfrentar y resistir ante el dato clave de la semana que será la inflación de marzo. Se estima que el número rondará entre el 5.5% y 6% y el Gobierno tiene conocimiento de esto y sabe también que las miradas volverán a apuntar al cuestionado -por todos, incluso los propios- Martín Guzmán.
El secretario de Comercio Interior Roberto Feletti, hombre del riñón de la vicepresidenta ya hizo referencia a esto y anticipó que el índice de marzo «va a dar mal», y disparó: «Milagros no hago».
En un claro respaldo a los suyos, el Presidente dejó en claro que no habrá cambios en el gabinete, y resistirá con los propios ante las críticas internas que van por la cabeza de su equipo económico que deberá capear una inflación alta y hacer frente a los embates de sectores del kirchnerismo duro que lo tienen entre ceja y ceja desde la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de que los números no lo respaldan, el Gobierno estima que en los próximos meses se frenará la inercia, cambiará la tendencia y el crecimiento económico cerrará por encima de la inflación. Mientras, los participes de la interna del Frente de Todos adquieren protagonismo y suman aliados estratégicos. Casi disfrazado de opositor, Axel Kicillof se sumó a los mensajes cruzados en línea con Máximo Kirchner, y aseguró que «dará batalla» a los ajustes y recortes de subsidios que prepara el Gobierno.
Por el otro lado, Agustín Rossi engrosó las filas de los funcionarios que respaldan Fernández: «Yo no veo a un Presidente debilitado», declaró Rossi, exhombre de la vice, en una entrevista exclusiva con NA, tras haberse mostrado en cercanía con el mandatario y haber convocado a un acto en su apoyo.
Entre Alberto y Cristina permanece el silencio y aunque varios funcionarios de gobierno buscan bajarle el precio, es un tema que resuena cada vez más y que obliga a personalidades políticas destacadas como lo es el expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica dar su opinión. «No puedo dar ningún consejo, lo único que puedo decir es que frente al embate de la derecha, tienen que encontrar los términos medios más o menos para poder acordar», sostuvo en diálogo con el periodista Adrián Noriega para AM 990.
En público, fuentes cercanas a Fernández aseguran que la mala relación entre el Presidente y su vice no afectará a la gobernabilidad del país. «Cristina y (Daniel) Scioli, Cristina y (Julio) Cobos», ejemplifican en referencia a distanciamientos entre las partes durante gestiones anteriores, pero puertas adentro, reconocen que deben resolver las tensiones camino al 2023, ante la reaparición de Mauricio Macri y una oposición que intenta reordenarse.
Los neutrales entre las partes como Sergio Massa optan por tomar distancia de la interna, agotados de operar como mediadores en una contienda que parece no tener fin. «Hay que salir de la grieta y resolver problemas de fondo», declaró el Presidente de la Cámara de Diputados.
A su parte, Fernández insiste en reconstruir la unidad y así lo manifiesta junto a sus funcionarios en cada discurso público, con su crítica pertinente. Ante un abril complicado para el jefe de Estado, el optimismo, la memoria y la resistencia hasta que «la recuperación» de muestras concretas serán las claves para salir a flote.
Desde el entorno de Ferández insisten en enumerar las conquistas económicas, las negociaciones por vacunas y la construcción de hospitales para hacer frente a la pandemia y la vuelta a «la normalidad». “Nadie está postergando a la Argentina, y el primero que no va a dejar que la Argentina se postergue por eso, soy yo. Y hay sobradas muestras de que no estamos postergando”, dijo en las últimas horas el propio Presidente.
A pesar de los palos internos, Alberto Fernández se respalda en los suyos, «los leales»: Santiago Cafiero, Martín Guzmán, Matías Kulfas, Cecilia Todesca, Vilma Ibarra, Julio Vitobello y Agustín Rossi. Del otro lado, las críticas no cesan, y la situación economía todavía opera como argumento ordenador del fuego amigo. “Vamos a terminar yendo a las elecciones con una boleta de Kristalina Georgieva”, disparó el exégeta del pensamiento de la vice Oscar Parrilli.
¿Utilizará el kirchnerismo la inflación de marzo para seguir delimitándse del Gobierno? Para develar la incógnida, solo resta esperar al miércoles próximo.