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La pelota no se mancha

A 50 años de la «Guerra del fútbol» entre El Salvador y Honduras


Hace medio siglo, la eliminatoria para el Mundial de México 1970 dejó emociones encontradas en los futbolistas de Honduras y El Salvador. Sin quererlo, quedaron atrapados en un conflicto político-militar recordado como la Guerra del Fútbol, como la denominó el periodista polaco Ryszard Kapuscinski.

Este martes, ambas selecciones centroamericanas volverán a encontrarse por la Copa Oro, dos días antes del 50 aniversario de aquel histórico partido en México, señalado como detonante de una breve pero sangrienta confrontación que estalló el 14 de julio de 1969.

Mostrando fotos del recuerdo, el excapitán de la selección hondureña de 1969, Marco Antonio «Tonín» Mendoza, abogado de 72 años, y el entonces delantero del equipo salvadoreño, Mauricio Alonso «Pipo» Rodríguez, ingeniero de 73, rememoraron aquel duelo deportivo con corresponsales de la AFP en Tegucigalpa y San Salvador.

Ambos recordaron cómo llegaron al partido en México el 27 de junio de 1969, el desempate para avanzar en la clasificatoria hacia el Mundial de 1970.

«Llegamos bien, ya se mencionaba la Guerra del Fútbol. Nosotros nos saludábamos con los jugadores de El Salvador sin problemas. (La guerra) ya era un plan de los gobiernos por los problemas que había», comenta Mendoza.

Según Rodríguez, temían al alargue del partido porque, físicamente, los hondureños «eran más fuertes que nosotros, nuestra ventaja era que tocábamos más el balón a ras de piso, pero comenzó a llover antes del juego y eso cambió mucho esa ventaja».

La derrota para Mendoza es «un recuerdo muy triste… Se nos salieron las lágrimas a los jugadores», por estar a un partido del primer Mundial para Honduras.

«El juego terminó empatado 2-2, nos vamos al alargue. Una vez anoté el gol del triunfo (al minuto 101) llegamos hasta el final, realmente estábamos bien cansados, habíamos jugado 120 minutos con lluvia y contra un equipo físicamente superior», relata Rodríguez sobre el partido del 27 de junio.

O la Guerra de las Cien Horas 

Menos de tres semanas después, el 14 de julio, se desató el conflicto armado, también conocido como la Guerra de las Cien Horas, que se extendió hasta el 18 de julio, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) negoció un alto el fuego, después de dejar entre 4.000 y 6.000 civiles muertos y más de 15.000 heridos, hondureños y salvadoreños, según fuentes de ambos países.

Las tensiones venían escalando por la expulsión de salvadoreños que se habían instalado en Honduras a trabajar la tierra, en medio del reclamo de una reforma agraria por parte de los campesinos locales.

Las hostilidades comenzaron cuando el ejército salvadoreño incursionó en territorio de Honduras y capturó la base fronteriza de Ocotepeque, mientras que su fuerza aérea intentó bombardear los aeropuertos hondureños de La Mesa y de Tocontín.

En respuesta, Honduras lanzó bombardeos en territorio salvadoreño.

El fútbol antes de la Guerra del Fútbol

El exacerbado nacionalismo de las barras creó un ambiente de terror entre los jugadores en los partidos previos al definitorio, disputados el 8 de junio en Tegucigalpa y el 15 en San Salvador, por la clasificatoria mundialista.

Honduras venció el primer duelo 1-0 en el Estadio Nacional de Tegucigalpa y El Salvador se impuso 3-0 en el Flor Blanca de San Salvador. Se hizo necesario un tercer encuentro que ganó El Salvador por 3-2 en el estadio Azteca para avanzar en la clasificatoria al Mundial de México-70.

Un día antes del partido, el 26 de junio de 1969, El Salvador rompió relaciones diplomáticas con Honduras por las expulsiones.

La pelota no se mancha

¿La Guerra del Fútbol es un calificativo adecuado para el conflicto armado de 1969? Los dos protagonistas rechazan el apelativo.

«No es justo, la guerra comenzó por la reforma agraria que estaba implantando nuestro país (Honduras), había mucho salvadoreño indocumentado que tenía tierras pero sin documentos de propiedad. Honduras comenzó a pedir papeles y si no tenían se les expulsaba. Eso no le gustó a El Salvador y empezó a maquinar la guerra», dice Mendoza.

Rodríguez coincide: «La Guerra del Fútbol fue un título equivocado, tal vez sin malicia. Eso sí le dio otro giro al gol (del triunfo) y eso me arrastró a mí. Ya vamos a cumplir 50 años y seguimos hablando de lo mismo. El conflicto fue por otras circunstancias económicas y sociales».

El conflicto estalló el 14 de julio y, por el contexto en el que se desarrollaron los encuentros, la prensa de Centroamérica y de México, y luego Kapuscinski (ya fallecido), lo bautizaron como la Guerra del Fútbol, como el escritor polaco tituló a uno de sus libros.

Como amigos

Rodríguez y Mendoza aseguran que entre los jugadores que participaron en los partidos nunca hubo hostilidad ni rencor, e incluso se han vuelto a enfrentar como veteranos.

De cara a un nuevo choque entre estos dos vecinos centroamericanos, los veteranos celebran que ahora pueden jugar sin connotaciones políticas.

«Será un encuentro deportivo, sin otras implicaciones que no sean remembranzas de lo que pasó hace 50 años», dijo Rodríguez. Para Mendoza, «va a tener un poquito de ventaja El Salvador porque hace más tiempo que tiene al entrenador (mexicano) Carlos de los Cobos».