“El precio de la hacienda en pie se escapó y desconocemos los motivos reales”, advierten desde la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe
El mercado de la carne en Santa Fe atraviesa semanas de fuertes aumentos y un nivel de actividad que revela tensiones dentro de la cadena productiva. Así lo confirmó Antonio D’Angelo, síndico de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, quien advirtió que los incrementos en los precios no responden a razones claras y que la industria ya opera por debajo de su capacidad.
“El precio de la hacienda en pie se escapó y desconocemos los motivos reales”, señaló. Entre las versiones que circulan en los distintos eslabones del sector se habla de “menor oferta” y también de un mercado externo que tracciona, aunque el dirigente subrayó que la industria frigorífica trabaja al 80%, con plantas que incluso reducen días de faena porque “las operaciones no cierran”.
Exportación firme y consumo interno que convalida la suba
D’Angelo explicó que la exportación —especialmente en los cortes pesados destinados a mercados como China y Estados Unidos— empuja los valores hacia arriba, presionando también al mercado interno:
“Cuando hay muchos compradores y la oferta es la misma, los precios aumentan. La carne fluctúa como cualquier otro producto”.
El problema, agregó, es que el consumidor argentino sigue convalidando los nuevos valores:
“El precio es más alto que ayer, pero la gente sigue comprando. Mientras eso ocurra, los pisos de precios se mantienen. Para que el mercado reaccione deberían caer los niveles de consumo”.
El especialista advirtió que una baja del consumo per cápita anual de 50 a 40 kilos por persona podría generar un impacto fuerte en toda la cadena, obligando a una corrección de precios.
Frigoríficos con menos faena y un mercado interno retraído
La actividad industrial muestra un panorama preocupante. Según D’Angelo, muchos frigoríficos que exportan están faenando un día menos por semana y otros limitan la exportación para no operar a pérdida. “No estamos en un buen momento. Hay plantas que restringen los envíos al exterior solo para sostener la actividad”, afirmó.
Acuerdos internacionales y un stock ganadero en tensión
El dirigente aclaró que los nuevos acuerdos comerciales no implican un aumento automático de cupos de exportación. “Estados Unidos mantiene el cupo de 20.000 toneladas. Lo que agregó es la posibilidad de comprar hasta 80.000 toneladas extra cuando lo considere necesario, pero eso depende exclusivamente de ellos”, detalló.
A la vez, marcó la preocupación por el futuro del stock ganadero nacional, sobre todo si China —actual comprador de los cortes que no se consumen en el país— empieza a demandar piezas preferidas del mercado interno.
El desafío: reglas claras y un plan sostenido
D’Angelo insistió en que el sector necesita previsibilidad: “El productor pregunta si habrá estabilidad, continuidad de acuerdos, ausencia de retenciones. Sin eso, es difícil planificar”.
Con un programa serio y sostenido, aseguró que Argentina podría incrementar su stock de manera acelerada: “En tres años se podría manejar un stock suficientemente amplio para abastecer a todos los que quieran comprarnos, no indefinidamente, pero sí en un volumen interesante para el productor, la industria y el Estado”.
