La planta enclavada muy cerca de Rosario ya perdió la mitad de su plantel en menos de dos años
La crisis en la planta de General Motors (GM) de Alvear, a pocos kilómetros de Rosario, volvió a golpear de lleno a sus trabajadores. En los últimos días, la automotriz concretó 90 nuevas desvinculaciones por retiro voluntario, en un proceso que ya redujo a la mitad su plantel en menos de dos años.
La fábrica, que a comienzos de 2024 empleaba a más de 1.000 trabajadores entre efectivos y contratados, hoy cuenta con apenas 600 operarios, una caída que en la región se siente cada vez más fuerte.
Desde 2022, la planta se dedica exclusivamente a la producción del Chevrolet Tracker, modelo que depende fuertemente de la exportación. Pero el derrumbe de ventas en Brasil —principal destino— impactó de lleno en la actividad y aceleró la política de ajustes.
Una reducción que no se detiene
Según confirmaron fuentes del sindicato Smata, las nuevas desvinculaciones se realizaron con un ofrecimiento económico cercano al 120% de la indemnización legal, dirigido a trabajadores con más de 15 años de servicio. La empresa hace tiempo que no incorpora personal, y el panorama para 2026 no es alentador.
“Estimamos un año igual o peor en términos de actividad y empleo”, advirtió Sergio Gazzera, secretario general de Smata Rosario.
Las bajas recientes se suman a un largo proceso de achique:
- Abril 2024 – Febrero 2025: cerca de 200 desvinculaciones.
- Enero – Febrero 2025: otras 309 (260 retiros voluntarios y 49 despidos).
- Noviembre 2025: 90 nuevos retiros voluntarios.
En paralelo, la actividad estuvo marcada por paradas programadas, suspensiones y reducciones de salario, con operarios cobrando alrededor del 75% en semanas sin actividad.
Un golpe para Rosario y la región
El deterioro de la planta de Alvear tiene un impacto directo en el cordón industrial del Gran Rosario. La industria automotriz tiene uno de los mayores efectos multiplicadores del empleo: por cada puesto directo se generan entre 3 y 5 empleos indirectos en autopartistas, logística, servicios y comercios.
La caída de producción, sumada al fin del modelo Cruze en 2023, redujo drásticamente el volumen de autopartes que demandaba la terminal, afectando a proveedores locales que ya enfrentan un contexto recesivo.
El mercado que no acompaña
Aunque la producción automotriz nacional muestra un crecimiento acumulado del 2,8% entre enero y octubre de este año, los números esconden una fuerte volatilidad con caídas mensuales en la segunda mitad del año.
El sector exportador atraviesa un momento delicado:
- Exportaciones enero–agosto: caída del 7,7% interanual.
- Motivo principal: desplome de ventas a Brasil.
A eso se suma la preocupante balanza negativa de autopartes: por cada dólar exportado, se importan 8,54, lo que profundiza la vulnerabilidad de la industria frente a las políticas de apertura.
Un futuro con interrogantes
Mientras las concesionarias muestran un repunte en ventas mayoristas y patentamientos, la producción —especialmente la vinculada a exportaciones— continúa en tensión. En Alvear, la incertidumbre domina el clima laboral y en Rosario ya se siente el impacto en el consumo y en la cadena industrial.
La pregunta que sobrevuela en sindicatos y empresas del sector es la misma: ¿qué pasará con la planta de GM en 2026 si Brasil no recupera su demanda?
Por ahora, la reducción de personal sigue siendo la respuesta inmediata de la automotriz, con consecuencias que golpean de lleno al sur santafesino.
