La problemática que atraviesan los pescadores de la provincia volvió a encender las alarmas luego de que el gobierno santafesino decidiera suspender por un año el acopio de pescado destinado a la exportación, una medida que afecta de lleno a cientos de familias que dependen de la actividad.
La resolución, emitida por el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, prohíbe la captura de todas las especies de río con fines de exportación, lo que generó malestar y un clima de tensión entre los trabajadores del sector.
En diálogo con Radioinforme 3 (Cadena 3 Rosario), Jesús Pérez, presidente de la Asociación de Pescadores, fue contundente:
“Todavía hay una tensión que no se resolvió. Calculo que el miércoles habrá una definición. Si no, veremos las medidas a tomar”, expresó.
Un impacto directo en miles de familias
Pérez remarcó que el 70% del padrón de pescadores trabaja para frigoríficos, por lo que la medida golpea directamente su principal fuente de ingresos. “El frigorífico compraba todo: sábalo, boga, surubí, patí grande. Esto afecta a una gran parte de los pescadores de la provincia”, señaló.
A la incertidumbre económica se suma la sensación de desigualdad frente a otras provincias. Pérez cuestionó que Entre Ríos y Buenos Aires no hayan tomado medidas similares, lo que genera un desequilibrio para los pescadores santafesinos. “Entre Ríos exporta pescado y hasta permite que frigoríficos santafesinos vayan a buscar mercadería allá, compartiendo el mismo río”, criticó.
Expectativa por una respuesta del gobierno provincial
El sector presentó una propuesta al Ejecutivo santafesino y aguarda una definición esta semana.
“Le hicimos una propuesta al gobierno, esperamos la contestación el miércoles”, adelantó Pérez, confiado en que se pueda alcanzar un acuerdo que contemple la realidad social del sector sin descuidar la preservación del recurso.
Una crisis que también expone el estado del río
Más allá de la resolución provincial, el presidente de la Asociación de Pescadores advirtió sobre otros factores que afectan la fauna del Paraná. “La contaminación por agroquímicos y los dragados agravan la situación. Cuando llueve, los campos se lavan y el veneno cae al río”, explicó, describiendo un escenario ambiental complejo que trasciende la discusión coyuntural.
La tensión crece mientras el sector espera respuestas. El miércoles será un día clave para definir el futuro de cientos de pescadores santafesinos que hoy se encuentran en una situación límite.