Info General

Alerta por la violencia infantil: uno de cada tres chicos sufre castigos físicos en Argentina


a Sociedad Argentina de Pediatría advierte que estas prácticas, aún naturalizadas, dejan marcas profundas en la salud física y emocional de las infancias

Un nuevo informe del Observatorio de Desarrollo Humano y Vulnerabilidad de la Universidad Austral encendió las alarmas: uno de cada tres niños en Argentina recibe castigos físicos y más de la mitad sufre agresiones verbales dentro del hogar. La Sociedad Argentina de Pediatría advierte que estas prácticas, aún naturalizadas, dejan marcas profundas en la salud física y emocional de las infancias.

Ángela Nakab, médica pediatra y referente de la SAP, analizó los datos en diálogo con Cadena 3 Rosario y remarcó que, pese a que la ley protege a niñas, niños y adolescentes de cualquier forma de maltrato, “estas prácticas todavía persisten en muchos hogares del país”.

Violencia en casa: golpes, gritos y humillaciones

La especialista destacó que la violencia física pone en riesgo la vida y puede escalar hacia situaciones extremas, mientras que la violencia emocional —gritos, descalificaciones, humillaciones— deja una huella difícil de borrar.

El único refugio del niño es el adulto que lo cuida, incluso cuando lo castiga. Por eso es tan grave que ese lugar seguro se convierta en un espacio violento”, advirtió Nakab. Y explicó que la reiteración es determinante: no es lo mismo un episodio aislado que una agresión diaria y sostenida en el tiempo.

Las consecuencias pueden ir desde la sumisión y el retraimiento hasta conductas desafiantes u oposicionistas en la adolescencia.

Un contexto social que no ayuda

Nakab señaló que el estrés económico, el cansancio y la falta de descanso pueden actuar como disparadores, pero subrayó que “nunca la descarga puede ser sobre un niño”. La pediatra insistió en la necesidad de construir límites claros, modelos adultos coherentes y espacios de acompañamiento para las familias.

Cómo actuar ante una situación de violencia

La médica llamó a estar atentos y remarcó el rol clave de adultos referentes: docentes, pediatras, vecinos, clubes y espacios comunitarios.

Si se sospecha que un niño está siendo víctima de violencia, recomendó recurrir a los organismos de protección de derechos, los consejos del menor o los jueces de paz. La denuncia penal, dijo, debe ser la última instancia, ya que antes existen alternativas de intervención y acompañamiento.

Preocupación por la baja en la vacunación infantil

Antes de despedirse, Nakab también alertó por la caída en las coberturas de vacunación, que en algunos casos no llegan al 50% cuando deberían superar el 95%. Recordó que este año fallecieron cinco bebés por coqueluche, una enfermedad casi erradicada que volvió a aparecer por la falta de inmunización.

La profesional pidió a las familias completar los esquemas y desestimó las convocatorias antivacunas:
Las vacunas son seguras. Cuando vacunamos a nuestro hijo, también protegemos al hijo del vecino”.

El mensaje final volvió al eje central: la protección de la infancia es una responsabilidad colectiva.