Dirigentes de instituciones locales se reunieron con ediles debido a la difícil situación que atraviesan
Dirigentes de clubes rosarinos expusieron este miércoles en el Concejo Municipal la delicada situación económica que atraviesan las instituciones deportivas de la ciudad y advirtieron que, sin apoyo estatal, peligra su función social en los barrios. La presentación estuvo a cargo de representantes de Horizonte y Rosario Unidos, quienes pidieron fondos para sostener actividades, afrontar viajes competitivos y reponer materiales robados, en un contexto que coincide con la “crisis estructural” reflejada en el último informe de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
“No sólo representamos al club, representamos a Rosario”
La comisión de Deportes y Turismo recibió primero al presidente de Horizonte, Gastón Bembo, acompañado por la coordinadora de gimnasia artística, Micaela Biani, y la capitana del futsal femenino, Carolina Sironi.
Bembo describió la imposibilidad de seguir cubriendo “a pulmón” los viajes a competencias nacionales. “Las chicas no solo representan a Horizonte; representan a Rosario y a la provincia. Necesitamos acompañamiento económico para poder competir”, señaló.
Biani detalló que gimnastas del club deben viajar en las próximas semanas a San Martín de los Andes y San Juan, y que la falta de recursos puede dejar a deportistas afuera de torneos clasificatorios.
Sironi, en tanto, remarcó la trayectoria del futsal femenino: “Desde 2021 bancamos los viajes con rifas, bingos, lo que se pueda. Este año fuimos al sur, pero no llegamos a Bariloche y la ciudad perdió una plaza”.
Bembo subrayó además que Horizonte sostiene becas deportivas para evitar que chicos y chicas abandonen la práctica por falta de recursos. “Preferimos perder ingresos antes que perder deportistas”, expresó.
Robos y vulnerabilidad: el caso Rosario Unidos
Luego fue el turno del presidente del Club Infantil de Fútbol Rosario Unidos, que llegó al Concejo con una lista concreta de elementos robados el 15 de octubre: conos, redes, pelotas, reflectores, garrafas y equipamiento del buffet y la cancha ubicada en Río de Janeiro y Gálvez.
El dirigente explicó que el club está situado cerca del barrio Banana, una zona con fuerte demanda social. “La cuota es muy baja. Si la subimos, los chicos dejan de venir. Pero así, cuando nos roban, no tenemos margen para reponer nada”, señaló.
Además, destacó la función de contención diaria que cumple la institución: “Acá los pibes tienen la pelota, el profe, un lugar donde estar. Si se caen los clubes, ¿dónde van?”.
Los concejales tomaron nota de los reclamos y evaluarán mecanismos para canalizar aportes, desde subsidios directos hasta programas de reposición de equipamiento tras hechos delictivos.
Una radiografía preocupante
Los testimonios expuestos refuerzan lo que ya había señalado el Observatorio del Deporte de la UNR en su relevamiento reciente:
- Rosario tiene 391 clubes, uno cada 2.500 habitantes.
- El 60% tiene menos de 500 socios.
- El 96% cuenta con personería jurídica y el 92% renovó autoridades en los últimos cinco años.
- La cuota societaria representa al menos la mitad de sus ingresos.
- El 65% alquila salones o canchas para generar recursos extras.
- Solo uno de cada cinco accede a programas deportivos o líneas de apoyo estructural del Estado.
El estudio también destaca que el 68% de los clubes presta instalaciones para escuelas o el municipio, y en el 80% de los casos lo hace gratuitamente, mostrando su enorme aporte comunitario.
Los dirigentes dejaron claro que la emergencia va más allá de un viaje o una pelota robada. En la comisión sobrevoló una conclusión común: los clubes no son “servicios recreativos”, sino actores sociales estratégicos que garantizan derecho al deporte, inclusión y convivencia.
Los clubes rosarinos volvieron a poner el tema en agenda. El Concejo y el Ejecutivo deberán responder si Rosario está dispuesta a perder —o a fortalecer— uno de sus principales vínculos comunitarios.
