Gimnasio para algunos, “liberados” para otros, mientras la deuda sigue sin resolverse del todo
Newell’s volvió a entrenar este miércoles en el predio Jorge Griffa, tras el paro que el plantel de Primera División realizó el martes en reclamo por los sueldos adeudados. Si bien hubo señales de avance, la situación dista de estar completamente normalizada: algunos jugadores realizaron trabajos en el gimnasio, otros fueron liberados, y la práctica formal volvió a quedar suspendida.
La medida de fuerza llegó luego de que se acumularan tres meses de deuda salarial, tanto con futbolistas como con empleados de distintas áreas del club. Según trascendió, este miércoles la dirigencia realizó pagos parciales: los jugadores más jóvenes habrían cobrado el salario correspondiente a septiembre, mientras que los más experimentados recibieron solo una parte de agosto.

La decisión de frenar los entrenamientos se tomó una vez asegurada la permanencia en la Liga Profesional, una señal de que el plantel priorizó la estabilidad deportiva antes de exponer el conflicto. El capitán Ever Banega había hecho pública la situación a través de un comunicado difundido en redes sociales: “En todo este tiempo hemos priorizado el interés superior de la entidad debido a la situación futbolística, pese al padecimiento de los integrantes más jóvenes que desde hace un tiempo están en un estado de vulnerabilidad económica por no percibir sus haberes”, expresó el mensaje firmado por el plantel.

La deuda también alcanza a los trabajadores del club, incluyendo técnicos de divisiones inferiores e integrantes de la Escuela Malvinas, quienes al mediodía del miércoles continuaban sin cobrar.
En ese marco, la Lepra intenta cerrar un año cargado de turbulencias institucionales y deportivas. El domingo recibirá a Racing en el Coloso Marcelo Bielsa, en lo que será el último partido del año ante su gente. Mientras tanto, el conflicto económico sigue latente y amenaza con extenderse al verano si no se regulariza la situación de todos los sectores del club.
