Gremiales

Gremios rosarinos rechazan la reforma laboral del Gobierno: “Es contra los trabajadores”


"Es gravísima y no va a solucionar el problema económico de la Argentina", aseguró el secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Alberto Botto

Distintos sindicatos de Rosario expresaron su rechazo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional a través del proyecto presentado por la diputada libertaria Romina Diez, bajo el título Ley de Promoción de Inversiones y Empleo. La iniciativa propone cambios estructurales en el régimen laboral, entre ellos la ampliación de la jornada a 12 horas, la flexibilización de convenios colectivos y la posibilidad de pagar indemnizaciones en cuotas.

Desde el movimiento obrero local advirtieron que se trata de una reforma “contra los trabajadores” y alertaron sobre las graves consecuencias que tendría en materia de derechos y condiciones laborales.

El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Alberto Botto, fue categórico: “La reforma laboral del Gobierno es gravísima y no va a solucionar el problema económico de la Argentina. Va a pegar muy duro en el sector del trabajo, donde va a caer el poder adquisitivo de todas las familias. Se pulveriza la jornada de ocho horas y se establece una de doce; esto es semi esclavo, el trabajador no va a tener tiempo ni siquiera para estar con su familia”.

En la misma línea, el secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, Mariano Moreno, sostuvo que la iniciativa “vuelve a tener como único objetivo quitar derechos a los trabajadores”.

“Esta reforma busca imponer un modelo de trabajadores golondrina, como los de aplicaciones Uber, Rappi o Pedidos Ya: sin representación sindical, sin convenios colectivos y sin leyes claras que los protejan. Ese esquema lo quieren aplicar a todas las actividades”, advirtió.

El titular del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu), Mauricio Brizuela, remarcó que las medidas “no generan empleo ni desarrollo, sino que sólo vulneran los derechos básicos de los trabajadores y de sus familias”. Además, cuestionó que una reforma de tal magnitud se promueva “de manera encubierta y de espaldas al pueblo trabajador”.

Desde ATE Rosario, Lorena Almirón fue tajante: “Con esta reforma faltan cadenas en los pies, es una locura. Es más flexibilización laboral y pérdida de derechos. Nosotros creemos que la jornada laboral se debe reducir y no aumentar. Vienen a quitar los logros conquistados y a imponer un modelo a gusto de Estados Unidos”.

Por su parte, Marcelo Zabala, del gremio de Marina Mercante de Santa Fe, opinó que el proyecto “pretende llevar adelante jornadas de trabajo interminables y más precarización”.

“Seguramente desde el movimiento obrero surgirán las estrategias para contrarrestar este proyecto de reforma laboral”, completó.

El secretario General de los Trabajadores Municipales de Rosario, Antonio Ratner, expresó que “no hay intención de este gobierno de buscar consensos”.

“El trabajo en negro es fenomenal, pero por lo pronto no se conoce en detalle el contenido de esta reforma. Lo que sí creemos es que debe darse un debate amplio sobre el tema”.

Desde La Bancaria Rosario, su secretario Adjunto Sergio Rivolta subrayó que “lo que se conoce hasta ahora es totalmente contrario a los intereses de los trabajadores”.

“Se habla de jornadas de 12 horas, eliminación de indemnizaciones, banco de horas y salarios atados a la productividad. No estamos en contra de una reforma laboral, pero queremos una que amplíe derechos, no que los recorte”.

En tanto, Julio Barroso, del Sindicato de Químicos de San Lorenzo, reclamó “una reforma que contemple a los trabajadores y asegure un modelo productivo con participación obrera”.

“Lo grave es que no tengamos nuestras propias reformas. Debería existir un RIGI que asegure proveedores locales, transferencia tecnológica y participación de los trabajadores, como establece la Constitución Nacional”, señaló.

También el secretario general del gremio de Recolectores de Rosario, Marcelo Andrada, fue contundente: “Vienen por todos los trabajadores. Según esta reforma, un trabajador para ganar un salario acorde va a tener que trabajar más de 12 horas y no se pagarán horas extras. Estamos volviendo a la esclavitud. La canasta básica sigue subiendo, los sueldos bajando y ahora quieren sacarnos los derechos laborales”.

El secretario de Organización del gremio de Encargados de Edificios (SuteryH), Claudio García, advirtió que “la reforma lejos de brindar una solución al mundo del trabajo, solo va a fomentar la industria del juicio”.

“Entre la inseguridad jurídica y el trabajo mal registrado, se termina generando más conflicto y menos empleo genuino”, afirmó.

Finalmente, Claudia Indiviglia, titular del gremio de Trabajadores Estatales (NOrTE), aseguró que el proyecto “es un traje a medida para los grandes empresarios”.

“Si se avanza con esto nos encontrará en las calles. Quieren volver a un modelo de esclavitud anterior al peronismo, y no lo vamos a permitir”, concluyó.