Trabajadores afectados acusan una "depuración" interna, señalando que se reemplaza a personal con antigüedad por contratados más baratos
Un conflicto laboral se desató en la planta de Renault en Santa Isabel, en Córdoba, donde el gremio denuncia 300 despidos encubiertos, mientras la empresa asegura que se trató de «acuerdos voluntarios» por reestructuración productiva. La automotriz atribuye las salidas al fin de la producción de las camionetas Nissan Frontier y Renault Alaskan, y a un cambio de foco hacia un nuevo utilitario previsto para 2026.
Sin embargo, trabajadores afectados acusan coacción y una «depuración» interna, señalando que se reemplaza a personal con antigüedad por contratados más baratos y se persigue a quienes denuncian irregularidades o hacen reclamos sindicales.
Exigen que se priorice la continuidad laboral del personal de planta y se frene el avance de lo que consideran «contratos basura» en reemplazo de puestos estables.
