Info General

Avance del empleo informal y caída de los salarios: una década de ajuste en el mercado laboral argentino


Un informe advierte que, sin el crecimiento del trabajo informal, la desocupación sería del 23%. Los salarios muestran un deterioro sostenido desde 2015

El mercado laboral argentino atraviesa una crisis estructural que ya lleva una década. Según un informe del Instituto de Desarrollo Social Argentino (Idesa) basado en los últimos datos del Indec, la economía muestra un estancamiento productivo y del empleo formal, acompañado por una fuerte expansión del trabajo informal y un deterioro generalizado de los salarios reales.

Los datos del segundo trimestre de 2025 revelaron que la ocupación total se mantuvo estable en 13,3 millones de personas en los 31 grandes aglomerados urbanos del país, mientras la tasa de desempleo fue del 7,6%, equivalente a un millón de personas que buscan trabajo activamente.

Sin embargo, detrás de esa aparente estabilidad se esconde un fenómeno de reemplazo: el crecimiento del empleo informal evitó que la desocupación se disparara. De hecho, según Idesa, si la informalidad no hubiera crecido, la tasa de desempleo sería del 23%, tres veces más alta que la actual.

“El deterioro laboral no se manifiesta tanto a través del desempleo, sino mediante un aumento sostenido de la informalidad”, señala el informe.

Diez años sin creación de empleo de calidad

Entre 2015 y 2025, el mercado laboral argentino prácticamente no generó empleo formal. Los asalariados privados registrados se mantuvieron en torno a 6,2 millones, mientras los informales aumentaron de 6 a 9 millones, y los desocupados pasaron de 1,1 a 1,6 millones.

“En una década sin crecimiento no hubo generación de empleos de calidad y el mercado de trabajo ajustó por la expansión de la informalidad”, sostiene Idesa.

El estudio también advierte que dentro del universo informal deben incluirse no sólo los trabajadores “en negro” y cuentapropistas no registrados, sino también quienes trabajan bajo la figura de Monotributo, en general asociados a actividades de baja productividad y bajos ingresos.

Salarios en retroceso

El deterioro del ingreso real se extiende a todos los sectores. En comparación con septiembre de 2018:

  • El salario público cayó un 33%,
  • El salario privado registrado retrocedió un 20%,
  • Y el salario informal equivale hoy a la mitad del ingreso promedio de un trabajador formal.

Por su parte, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) comparó los niveles salariales con el promedio de 2017 y concluyó que:

  • Los asalariados privados formales perdieron un 20% de poder adquisitivo,
  • Los empleados públicos acumulan una pérdida del 33%,
  • Y los informales cobran el 50% de un salario registrado, según datos del Indec.

Para recuperar el poder de compra perdido desde 2017, los ingresos deberían aumentar un 25% en el sector privado formal y hasta un 50% en el público, según los cálculos del IARAF.

Estancamiento y alerta

En este escenario, las consultoras coinciden en que el empleo informal se convirtió en el principal amortiguador social del ajuste. Pero también advierten que se trata de una válvula precaria, con bajos niveles de productividad, sin protección social ni derechos laborales plenos.

“De no mediar una reactivación económica sostenida, la tendencia al deterioro podría profundizarse en los próximos meses”, concluye Idesa, alertando que la inestabilidad financiera reciente podría agravar aún más la situación del mercado laboral argentino.