Según el Indec, en el primer semestre de 2025 la pobreza en el Gran Rosario descendió al 28,1% de la población, con un 6,2% de indigencia
La última medición de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec dejó una noticia que trae cierto alivio para la región: en el Gran Rosario, la pobreza bajó al 28,1% y la indigencia al 6,2% en el primer semestre de 2025. Estos números ubican al principal aglomerado urbano de Santa Fe por debajo del promedio nacional (31,6% de pobreza y 6,9% de indigencia) y con una situación menos grave que la del Gran Santa Fe, donde el 35,8% de la población aún vive bajo la línea de pobreza.
La mejora en los indicadores sociales acompaña la tendencia de descenso registrada en todo el país, luego de años en los que la inflación y la recesión golpearon con fuerza a los hogares. A nivel nacional, el informe reveló que casi 10 millones de personas salieron de la pobreza en los últimos doce meses, aunque todavía 14,8 millones de argentinos siguen en esa condición, de los cuales 3,2 millones son indigentes, siempre según datos brindados por el Indec.
En el caso de Rosario, la baja significa un avance respecto de los registros de 2024, cuando más del 50% de la población se encontraba en situación de pobreza. Sin embargo, los especialistas advierten que aún persisten fuertes desigualdades: cuatro de cada diez hogares pobres en el país siguen sin lograr cubrir sus necesidades básicas, y el impacto es más profundo entre niños y jóvenes.
En paralelo, la comparación con la ciudad capital provincial muestra realidades bien distintas. En el Gran Santa Fe, la pobreza alcanza al 35,8% de la población —unas 198 mil personas— y la indigencia al 6,3%, con niveles todavía por encima de la media nacional.
Si bien los números del Indec reflejan un descenso significativo en la pobreza en Rosario, la recuperación social todavía se percibe frágil y atravesada por la crisis de ingresos. La mejora en los índices es un paso adelante, pero el desafío de consolidar un crecimiento sostenido y con inclusión continúa siendo el gran pendiente de la región y del país.