Pánico en Melbourne, Australia. Un hombre mató hoy a una persona e hirió a otras dos a puñaladas en una concurrida calle del centro de la ciudad australiana luego de estrellar un auto en llamas contra un centro comercial, informaron fuentes policiales.
David Clayton, portavoz de la policía del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, confirmó en rueda de prensa que un agente disparó contra el supuesto atacante en el pecho y que éste se encuentra en estado grave en el hospital.
«La policía respondió al incidente y cuando se acercaron al vehículo vieron al hombre que tenía un cuchillo y los amenazaba», detalló el superintendente policial, citado por la agencia de noticias EFE.
«La policía no busca a nadie más en este momento», precisó Clayton, al explicar que de momento no se ha determinado que el incidente tenga vínculos con el islamismo radical, aunque «la investigación sigue abierta y no descartamos ninguna posibilidad».
El ataque tuvo lugar a media tarde cuando el detenido salió con un cuchillo de un vehículo en llamas tras estrellarlo en la entrada de un centro comercial de la céntrica calle Bourke.
El agresor arremetió con el cuchillo contra varios peatones, uno de los cuales murió en el lugar, detalló Clayton, sin dar las identidades de las víctimas ni aclarar el estado de los heridos.
Imágenes difundidas en las redes sociales muestran el vehículo en llamas desplazándose lentamente hacia la vereda, así como las agresiones de un hombre alto vestido de pantalón blanco y túnica negra mientras la policía intenta reprimirlo.
«Vi el coche en llamas. Era el chasis. La gente corría y gritaba», dijo una testigo al canal 9 de la televisión local.
Otro testigo explicó a la emisora ABC que salió corriendo de uno de los locales comerciales en el que trabaja después de oír lo que parecía un disparo y se encontró a uno de los heridos.
«Había un hombre mayor delante mío, literalmente a mis pies. Estaba boca abajo y había mucha sangre», explicó este testigo, que añadió que varios transeúntes intentaban ayudar al herido pero que «no sabían qué hacer porque evidentemente la situación era un caos».
El lugar del incidente ha sido acordonado por la unidad antiexplosivos para asegurar el área comercial de la calle Bourke, una de las más transitadas de Australia y que ha sido cerrada de forma indefinida.
Las autoridades también han pedido a los residentes de Melbourne que eviten ir al centro de la ciudad, donde se han suspendido algunos servicios de tranvía y se ha cancelado una actividad pre-navideña de una de las principales cadenas comerciales.
La calle Bourke ya fue escenario el 20 de enero de 2017 de un atropello deliberado en el que murieron seis personas, entre ellas un bebé y una niña de 10 años, perpetrado supuestamente por Dimitrious Gargasoulas, de 28 años.
Gargasoulas, que se encontraba en libertad condicional por otros delitos, afronta un juicio ante el Tribunal Supremo de Victoria, la máxima instancia judicial de ese estado, ante el que ha alegado que sufre enfermedades mentales y estaba bajo influencia de las drogas.