Política y Economía

Disolución de Vialidad Nacional: incertidumbre en Santa Fe por el futuro de las rutas, las concesiones y los trabajadores


El Gobierno nacional hizo una reestructuración y podría cederle a las provincias las trazas nacionales

El Gobierno nacional oficializó la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y la Comisión Nacional del Tránsito, en el marco de una profunda reestructuración del Estado impulsada por el presidente Javier Milei. La medida genera fuerte preocupación en la provincia de Santa Fe, tanto por la situación laboral de los trabajadores del sector como por el incierto mantenimiento de rutas clave para la producción y la seguridad vial.

Santa Fe contaba con alrededor de 200 trabajadores viales, entre ellos personal con décadas de experiencia en diseño, construcción y mantenimiento de caminos. Según se informó, sólo un pequeño grupo podría ser absorbido por la nueva Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos del Transporte, que se limitará a fiscalizar las concesiones privadas en rutas nacionales.

En paralelo, Gendarmería Nacional pasará a desempeñar funciones de control de tránsito, en reemplazo de la extinta ANSV.

El retiro del Estado y el futuro de las rutas en Santa Fe

Con esta decisión, el Gobierno nacional deja bajo control privado únicamente los 9.000 kilómetros que integran la Red Nacional de Concesiones. El resto de los caminos —unos 31.000 kilómetros— quedará sin supervisión directa, y en Santa Fe hay tramos estratégicos que entrarían en ese limbo administrativo: la ex RN 9 (1V09), la RN 178, la RN 11 entre Rosario y Nelson, la Autovía Santa Fe-Paraná (RN 168), la RN A007 (Circunvalación de Santa Fe), la RN 95 y la RN 98, entre otros.

¿Traspaso a las provincias?

Uno de los trascendidos es que la Nación podría avanzar con el traspaso de rutas a las provincias, una alternativa que el Gobierno santafesino consideró viable para ciertos corredores estratégicos, como los que conectan con los puertos. Pero en este nuevo escenario, la cantidad de trazas a asumir sería enorme.

“Planteamos que alguna nacional nos transfiera, por ejemplo la AO12, con una tasa de ingreso portuario que la financie. Pero el resto de las rutas también se rompe semana a semana, y no hay ningún interés de la Nación por sostenerlas”, advirtió el ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico, en declaraciones a LT8.

Riesgos viales y falta de planificación

Enrico también cuestionó la idea de que “los privados hagan las obras”, porque “los costos no dan para mucho” y obligaría a cobrar peajes altísimos. “La Nación no puede escaparle a la responsabilidad de mantener rutas. Es su obligación”, remarcó.

En esa línea, el funcionario santafesino criticó el cierre de Vialidad sin un plan alternativo: “Que debía reformatearse, sí. Era un organismo lento y costoso, centralizado en Buenos Aires. Pero proponer la nada misma es inadmisible. La gente se mata en las rutas. No pueden mirar para otro lado, porque nos cobran impuestos por eso”.

La disolución de Vialidad Nacional no solo representa la pérdida de una estructura histórica con conocimiento técnico consolidado, sino también el avance de un modelo en el que la inversión pública en infraestructura se ve reducida al mínimo, dejando a provincias como Santa Fe frente a un desafío inmenso y sin red.