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¡Fuerza Matías! “De a poco”, el nadador rosarino comienza a responder a la rehabilitación


El joven de 17 años continúa su recuperación en una clínica especializada de San Jerónimo Sud, a 35 kilómetros de la ciudad

Matías Bottoni, el joven nadador rosarino de 17 años que sufrió un grave accidente durante una competencia en Buenos Aires, continúa su recuperación en una clínica especializada de San Jerónimo Sud, a 35 kilómetros de Rosario. En las últimas horas, su familia confirmó un avance esperanzador: pudo mover los dedos de la mano derecha, un gesto mínimo pero profundamente significativo en su proceso de rehabilitación.

El deportista del club Echesortu permanece internado en Aprepa, un centro que se dedica a la rehabilitación neurológica intensiva, adonde fue trasladado tras denunciar deficiencias en la atención recibida en el Instituto Fleni. Su tratamiento comenzó luego de una intervención quirúrgica realizada en el Hospital Italiano, tras el choque que sufrió el pasado 10 de mayo mientras se preparaba para una carrera en el Campeonato Argentino de Mayores, en el Parque Olímpico de Buenos Aires.

Matías se fracturó la quinta vértebra cervical y quedó inmóvil en el agua. Desde ese momento, su vida –y la de su entorno– cambió por completo. “Estamos dando pequeños pasos. Que mueva los dedos es una señal de que la rehabilitación está funcionando”, expresó Valeria Grimaux, su mamá, quien lo acompaña desde el primer día.

Una red que sostiene

Matías no está solo. Además de su madre, lo acompaña su novia Martina, que no se ha despegado de él ni en Buenos Aires ni ahora en San Jerónimo. Su padre, Luciano, viaja diariamente desde Rosario para estar con él y cuidar también a Juan Ignacio, el hermano menor del nadador.

La familia Bottoni encontró en la comunidad y en el deporte un motor de contención: desde las banderas de aliento que cuelga la selección argentina de natación en sus torneos en Estados Unidos hasta los amigos que cada fin de semana se acercan a compartir un rato con él. En Rosario, sus compañeros y entrenadores del club Echesortu lo siguen de cerca.

Un largo camino

La prioridad hoy es recuperar el control del tronco cervical y de la mano derecha. La rehabilitación se enfoca en ganar fuerza en los músculos superiores y mantener estímulos en todo el cuerpo, con un objetivo a largo plazo: que Matías recupere la mayor movilidad posible.

“Hay días en los que el cuerpo responde y otros donde las dudas pesan, pero seguimos. Mati está poniendo todo”, resumió su madre, que no volvió a su casa desde el día del accidente. “Nuestra vida cambió por completo, pero estamos con él incondicionalmente”, afirmó en declaraciones a La Capital.

La historia de Matías, más allá del dolor, es la de un pibe que se niega a rendirse. Que enfrenta el desafío más duro de su vida con la misma disciplina con la que nadaba día a día. Y que, paso a paso, está volviendo a moverse.