Ciudad

Dos estudiantes de la UTN crearon prótesis robótica y piden ayuda para representar a Rosario en Israel


Juan Cruz Petazzi y Santino Ripacolli crearon Neuroflex, una alternativa más accesible a los dispositivos convencionales

Juan Cruz Petazzi y Santino Ripacolli son estudiantes de segundo año de Ingeniería en Sistemas de la UTN Rosario y los creadores de Neuroflex, una prótesis robótica de bajo costo para personas con amputación transfemoral. Su proyecto fue premiado entre los mejores del país en un concurso organizado por la Fundación ILAN y la Universidad Tecnológica Nacional, y como parte del reconocimiento fueron invitados a capacitarse en Israel, cuna de la innovación tecnológica. Pero el premio solo cubre uno de los dos pasajes, y ahora lanzaron una campaña para reunir fondos y poder viajar juntos.

Tecnología rosarina con impacto social

La prótesis Neuroflex representa una alternativa más accesible a los dispositivos convencionales. Mientras una prótesis importada puede costar alrededor de 40 mil dólares, la de Petazzi y Ripacolli reduciría ese costo en un 80%, gracias al uso de fibra de carbono en lugar de titanio y un desarrollo local que evita los altos costos de investigación y diseño.

Pero lo más innovador es su funcionamiento: Neuroflex es una prótesis robótica que interpreta señales musculares desde el cuádriceps y el femoral, simulando el movimiento natural de una pierna real. Utiliza sensores, servomotores y una batería recargable, y está en etapa de prototipado para pruebas a escala humana. “El objetivo es cambiar vidas”, resume Santino en diálogo con La Capital.

Un viaje en pausa, pero no frenado

El concurso nacional tuvo su etapa final en Buenos Aires y Neuroflex fue uno de los tres proyectos ganadores. El premio incluye estadía y capacitaciones en Israel, con acceso a laboratorios, mentores y posibles inversores. El viaje estaba previsto para el 18 de julio, pero debido al conflicto bélico en Medio Oriente se pospuso hasta noviembre. Aun así, Juan y Santino siguen adelante: necesitan reunir el dinero para que ambos puedan viajar.

Para colaborar, habilitaron un alias de Mercado Pago: viaje.israel.utn.

Un sueño que empezó en la secundaria

Petazzi ideó el proyecto en su último año de la Técnica Nº 6 de San Nicolás. Ya como estudiante universitario, sumó a su amigo Santino, oriundo de Corral de Bustos. “Quería hacer algo más que aprobar una materia, algo que tuviera impacto”, explicó Juan Cruz. Hoy, sin materias pendientes en la carrera, equilibran la cursada con el desarrollo de la prótesis y la campaña para poder continuar.

“Tenemos la presión de que esto funcione. Nos desvela, pero también nos empuja”, reconocen. La UTN los acompaña, al igual que la aceleradora de proyectos Ames. Pero falta una parte clave: el apoyo de la comunidad.