Docentes, no docentes y estudiantes fueron parte en la ciudad de la Marcha Federal Universitaria
En una jornada atravesada por reclamos sociales, Rosario fue escenario este jueves de una nueva movilización en defensa de la universidad pública. La Marcha Federal Universitaria volvió a ganar las calles en medio de un paro docente de 48 horas, con epicentro en plaza Montenegro y destino final en el Monumento Nacional a la Bandera. Allí coincidió con la tradicional movilización Ni un pibe menos por la droga, que se realiza cada 26 de junio por el Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Docentes, no docentes y estudiantes reclamaron con fuerza por la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario, que será tratada en comisiones del Congreso. La consigna fue clara: sin presupuesto, sin becas y con sueldos por debajo de la línea de pobreza, el sistema universitario argentino se desangra.

“La situación es insostenible. Estamos perdiendo recursos humanos formados por el Estado. Más de 200 docentes renunciaron en el último año sólo en la UNR”, advirtió el rector Franco Bartolacci, quien no ocultó su preocupación por la falta de respuestas del Gobierno nacional. “Si no se aprueba la ley, el segundo semestre será muy difícil”, alertó.
Desde diciembre de 2023 a abril de 2025, la inflación acumulada fue del 204,8%. En ese mismo período, los salarios docentes aumentaron apenas un 90,4%. La brecha es tan brutal como innegable. En Rosario, se siente en los pasillos vacíos, en las clases postergadas, en los concursos sin aspirantes. El 80% de quienes trabajan en la docencia universitaria están hoy por debajo de la línea de pobreza.

Una marcha que une generaciones
La manifestación tuvo dos momentos clave: por la mañana, la junta de firmas en plaza Pringles para respaldar la Ley de Financiamiento; por la tarde, la movilización hacia el Monumento. Participaron gremios docentes como Coad, no docentes nucleados en Apur, autoridades de la UNR, la Federación Universitaria Rosario (FUR) y organizaciones sociales.

“La comunidad educativa está unida. Esta ley es fundamental para sostener un sistema que garantiza educación pública, gratuita e inclusiva”, señalaron desde el Frente Sindical de Universidades Nacionales.
Una causa que no cede
En paralelo a la marcha universitaria, el movimiento Ni un pibe menos por la droga volvió a instalar la problemática del consumo en los barrios populares. El padre Fabián Belay, referente de la Pastoral de Drogadependencia del Arzobispado de Rosario, remarcó el aumento de niños que se inician en el consumo a edades cada vez más tempranas: “El 90% de las personas en tratamiento empezó a consumir antes de los 17 años. Y cada vez hay más chicos con apenas 9 años que ya consumen”, alertó.

En una ciudad donde las crisis convergen y el futuro parece cada vez más condicionado por la falta de políticas públicas sostenidas, las calles volvieron a ser el lugar de expresión. Rosario marchó una vez más. Por su universidad, por sus pibas y pibes, por su derecho a no resignarse.














