Ciudad

«Ni un pibe menos por la droga»: fuerte llamado a la acción ante el aumento del consumo en la infancia


Este jueves se realizará una marcha desde Plaza Montenegro hasta el Monumento a la Bandera

Este jueves 26, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, Rosario será escenario de una nueva edición de la marcha “Ni un pibe menos por la droga”. La movilización, impulsada por organizaciones sociales que acompañan a personas con consumos problemáticos, partirá a las 14.30 desde plaza Montenegro (San Martín y San Luis) hasta el Monumento a la Bandera.

Uno de los referentes más activos del sector es el padre Fabián Belay, responsable de la Asociación Padre Misericordioso y coordinador de la Pastoral de Drogadependencia del Arzobispado de Rosario. En declaraciones a Radio 2, Belay advirtió sobre un fenómeno alarmante: cada vez más niñas y niños se inician en el consumo a edades cada vez más tempranas.

“Hace una década veíamos chicos que empezaban a los 9 años, hoy lo preocupante es que ese número creció”, señaló el sacerdote. A partir de los registros que manejan en los dispositivos de tratamiento, explicó que la mayoría de los pacientes tiene alrededor de 30 años, pero el 90% comenzó a consumir antes de los 17, y el 80% incluso antes de los 16.

Además, alertó que a nivel mundial el consumo de sustancias crece un 20% cada año, lo que va de la mano con el descenso en la edad de inicio. En Rosario, según reveló, la demanda para internaciones por adicciones está en su punto más alto: “Todos los dispositivos están con lista de espera”.

Belay también analizó las causas profundas del fenómeno: tres generaciones atravesadas por el consumo, familias donde la adicción se naturalizó y niños que nacen con síndrome de abstinencia. “En esos hogares muchas veces hay abandono, los adultos se dedican al narcomenudeo y usan el consumo como una forma de silenciar el dolor”, señaló.

En este contexto, el religioso advirtió sobre el retroceso del Estado en los barrios y cómo eso abre paso a estructuras paralelas dominadas por el narcotráfico. El diagnóstico coincide con el reciente comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina, titulado “Si el Estado se corre, entra el narcotráfico”, que denuncia la falta de presencia estatal en los sectores más vulnerables.

“Los narcos ocupan ese vacío y ofrecen a los jóvenes una salida efímera, pero a cambio de su libertad, su dignidad y muchas veces su vida”, sostiene el documento.

Según Belay, la debilitación de las redes comunitarias, como clubes de barrio, merenderos e instituciones sociales, agrava aún más la situación. “Las organizaciones están haciendo lo que pueden, pero el voluntariado se agota y el Estado no puede mirar para otro lado”, advirtió.

Finalmente, llamó a recomponer un trabajo conjunto entre el Estado, las organizaciones sociales y el sector privado: “Todos nos tenemos que volver a involucrar”, concluyó. La marcha de este jueves será una nueva oportunidad para visibilizar una crisis social y sanitaria que atraviesa los barrios y exige respuestas urgentes.