El gobernador de Santa Fe se refirió por primera vez al violento asalto que sufrió su hermano en Piñero. Negó que se trate de un ataque premeditado o con connotaciones políticas
Tras el violento asalto que sufrió su hermano el pasado domingo por la noche, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, brindó este miércoles sus primeras declaraciones públicas y descartó que el hecho tenga alguna connotación mafiosa o política. Según sostuvo, se trató de “un robo al voleo” como los que aún persisten en distintas zonas del sur provincial, aunque con menor frecuencia que en años anteriores.
“Somos gente normal, que vive en condiciones normales. Este tipo de hechos pasa mucho menos que hace dos años: antes teníamos entre tres y cuatro entraderas por día y ahora estamos en una cada quince días… pero siguen existiendo”, expresó Pullaro en declaraciones a la prensa durante la apertura de la segunda edición de la Expo Empleo Rosario 2025.
El mandatario provincial insistió en que ni él ni su entorno cuentan con privilegios en materia de seguridad y negó cualquier vinculación entre el robo y su función política: “No hay ningún indicio de que fuera algo premeditado o una cuestión de amedrentamiento hacia mí o mi familia. Le tocó a mi hermano como le podría haber tocado a cualquier vecino”.
El robo
El hecho ocurrió el domingo por la noche en una vivienda ubicada en un barrio cerrado de Piñero, a unos 15 kilómetros al sur de Rosario. Tres delincuentes ingresaron tras forzar el cerco perimetral, sorprendieron a Martín Pullaro, hermano del gobernador, cuando salió a revisar el medidor de luz por un corte de suministro, y lo redujeron junto a su pareja.
Ambos fueron maniatados y los asaltantes se llevaron una computadora, una consola de videojuegos, teléfonos celulares, dinero y el DVR del sistema de cámaras de seguridad. Horas más tarde, durante las pericias, la policía encontró un cartucho calibre 9 milímetros en uno de los dormitorios, lo que generó algunas especulaciones sobre un eventual mensaje intimidatorio. Sin embargo, los investigadores no hallaron elementos que respalden esa hipótesis hasta el momento. “No andamos en contextos diferentes ni tenemos beneficios”, cerró Pullaro.
La investigación sigue en curso y la fiscalía trabaja con distintas líneas para identificar a los autores del hecho. Por ahora, todo apunta a un robo planificado en función de una oportunidad circunstancial, sin conexión directa con el cargo del mandatario provincial.
