Desde temprano, la medida interrumpió los servicios en facultades, sedes y dependencias de Rosario, Zavalla, Casilda y Granadero Baigorria, aunque se mantuvieron guardias mínimas
La confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia activó un inmediato reflejo en el movimiento sindical universitario. Este miércoles, el primer día del paro de 48 horas en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se vio atravesado por un cambio de eje político, luego de que la Asociación del Personal de la UNR (Apur) anunciara una huelga de 24 horas en repudio al fallo del máximo tribunal argentino.
Desde temprano, la medida interrumpió los servicios en facultades, sedes y dependencias de Rosario, Zavalla, Casilda y Granadero Baigorria, aunque se mantuvieron guardias mínimas. La decisión local se enmarca en un plan de lucha a nivel nacional dispuesto por Fatun (Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales), que calificó la resolución judicial como una forma de proscripción política.
“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”, expresó el comunicado difundido por la organización sindical que nuclea al personal no docente.
Dos paros, un mismo mensaje
El paro no docente se superpone con la huelga de 48 horas que ya había sido resuelta por Coad, el gremio de docentes e investigadores de la UNR, en reclamo de mejoras salariales y presupuestarias. Aunque sus motivos iniciales estaban centrados en cuestiones económicas, la confirmación del fallo contra Cristina Kirchner también fue repudiada por la conducción del gremio docente.
“La sentencia es más que la persecución a una de las dirigentes más importantes de nuestro país”, manifestaron desde Coad. En el mismo texto advirtieron que el fallo de la Corte Suprema es “un aviso para todos los que queremos protestar, criticar o disentir con el modelo de hambre y represión que pretenden imponer las élites”.
Un mensaje que resuena en todo el sistema universitario
Desde Fatun, en tanto, expresaron que “los tiempos de la justicia no son inocentes” y que la condena ratificada contra la exmandataria “se inscribe en una estrategia de disciplinamiento político”. También trazaron un paralelismo con el proceso judicial que atravesó Lula da Silva en Brasil: “Es un caso más donde el Poder Judicial actúa como brazo ejecutor del poder económico y mediático para condicionar la democracia”.
Con la paralización de actividades en la UNR, las organizaciones sindicales refuerzan su denuncia contra el lawfare y llaman a sostener la movilización en defensa de lo que consideran un ataque a los pilares de la democracia.
“La democracia, por la que tanto luchamos, se defiende en las calles”, concluyeron desde Apur y Fatun, en un llamado directo a redoblar la militancia sindical y política frente a un escenario que consideran crítico para las libertades y garantías institucionales.