Muchas personas compran de más para ahorrar o evitar salidas, pero la psicología advierte que detrás puede haber ansiedad, miedo o necesidad de control
Cada mes, muchas personas acostumbran a realizar la compra general, pero, por característica y fecha de vencimiento algunos productos deben adquirirse con mayor frecuencia y, entre ellos están los frescos como las frutas y las verduras. En el otro extremo, aparecen en la lista los de higiene personal y de limpieza hogareña como así también fideos, por mencionar algunos ejemplos. Asimismo, hay quienes salen al mercado a comprar “a último momento” los ingredientes necesarios para preparar el almuerzo, organizar la cena o acompañar el mate de la tarde.
Además de ser un ejercicio que muchas personas ponen en práctica cada mes hay otras explicaciones respecto de porqué las personas realizan grandes compras en un determinado momento del mes y en lo diario, solo compran lo necesario para el día. Organización sin dudas es una, pero no la única. Búsqueda de precios con el fin de generar una inversión a futuro de corto plazo para ahorrar plata por la suba del bien, también puede ser otra y, así podría seguir la lista. Lo cierto es que hay quienes, si bien hacen la clásica compra del mes, también para optimizar el tiempo, muchos no pueden evitar llevar dos o más unidades o packs de un producto en lugar de uno.
Desde papel higiénico hasta fideos, productos de limpieza o botellas de agua, muchas personas sienten la necesidad de tener “de más” la mercadería en la alacena y armario de su casa. Y aunque esto puede ser útil o económico, la psicología analiza cuándo este comportamiento refleja ansiedad, miedo al futuro o necesidad de control.
Entre las miradas posibles que se piensan sobre la situación surge una pregunta y es, si se siente alivio al ver las alacenas llenas o genera angustia la idea de quedarse sin algo básico en ellas. En este sentido, comprar en cantidad puede parecer una estrategia racional, pero también esconde mecanismos emocionales más profundos.
Ahorro, control o miedo: ¿Con qué asocia la psicología el hecho de stockear?
Tener reservas en casa no es algo nuevo. Esta práctica es histórica. Viene desde siempre y, muchas personas eligen comprar en cantidad para ahorrar o evitar salidas frecuentes. Pero cuando esa conducta se vuelve excesiva o constante, puede reflejar algo más profundo: una necesidad de control, una sensación de escasez o un miedo anticipado, son tres posibilidades.
Dicha acumulación planificada o el hecho de stockearse en demasía, muchas veces aparece le suele pasar a personas que necesitan sentir que están controlando una situación futura que, puede estar asociada a la incertidumbre o el miedo a quedarse sin recursos.
Este comportamiento, está relacionado a evitar las emociones y, una de las razones es que la compra masiva y compulsiva se realiza para evitar el malestar que genera la idea de no tener después y, da una sensación de seguridad, pero, la situación se complejiza cuando esa cuestión nunca queda satisfecha y los productos se multiplican sin necesidad. En la pandemia del COVID-19, este cuadro de situación se vio y vivió porque, las personas compraban por pánico a quedarse sin reserva productos.
Stokearse también tiene su punto de inflexión
Tener un pequeño stock de productos de uso diario no es positivo y aceptable. De hecho, puede ser práctico, económico y preventivo. Pero cuando la conducta se repite de manera compulsiva, ocupa demasiado espacio o genera ansiedad si no se realiza, podría tratarse de un comportamiento disfuncional.
En algunos casos, este patrón se relaciona con el síndrome del acumulador o con trastornos de ansiedad generalizada. No se trata solo de comprar mucho, sino de la dificultad para soltar, o dejar de comprar, incluso cuando la necesidad no es real ni conveniente.
En este contexto, muchas personas se stockean alegando la acción con argumentos como:
- Mejor que sobre.
- Por si pasa algo.
- Así no gasto después.
- Compro hoy y no voy hasta el otro mes.
Y es en este sentido que detrás de tales frases puede esconderse ansiedad o preocupación en la persona. Según especialistas, las misma dan cuenta, entre otras cuestiones de inseguridad emocional. Y, en estos casos, la llave está en poder detectar si la acción genera bienestar o más ansiedad en la persona.
Por eso, una conclusión posible es pensar si stockear mercadería es una estrategia útil, o una forma de calmar la ansiedad.