La Plaza San Martín fue sede de una concentración masiva mientras en el Congreso se debate un proyecto de ley
Rosario fue este miércoles el escenario de una masiva movilización en defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Familias, trabajadores del sector y prestadores de servicios se concentraron en la plaza San Martín para exigir el cese del ajuste aplicado por el Gobierno nacional y reclamar la urgente sanción de una ley que declare la emergencia en discapacidad.
La protesta se realizó en simultáneo con el inicio del debate en la Cámara de Diputados, donde comenzó a tratarse un proyecto que busca garantizar la continuidad de políticas públicas fundamentales. La consigna en Rosario fue clara: “No al desmantelamiento del sistema, sí a la ley de emergencia”.
Los testimonios recogidos durante la jornada reflejaron la angustia de miles de familias que atraviesan una situación crítica. “Queremos que no se recorten derechos ganados”, expresó una trabajadora del sector. Otra mujer, visiblemente conmovida, preguntó entre lágrimas: “¿Por qué hacen esto? Estoy indignada, ningún chico se merece todo esto que estamos pasando”.
El sistema de atención a la discapacidad, advirtieron, “funciona al límite”. Profesionales de la salud dejaron de cobrar por sus servicios, transportistas suspendieron traslados y terapias esenciales fueron interrumpidas. Los carteles que se vieron en la plaza reflejaron con crudeza la realidad: centros terapéuticos al borde del cierre, familias sin recursos y trabajadores agotados por la falta de pago.
El proyecto de ley que comenzó a debatirse en el Congreso incluye la regularización de pagos, actualización de aranceles que quedaron desfasados por la inflación, fortalecimiento de la Agencia Nacional de Discapacidad, cumplimiento del cupo laboral y compensaciones económicas para prestadores y talleres protegidos.
“Sentimos que no les importa demasiado. Estamos al límite, y necesitamos respuestas ya”, remarcaron desde la organización de la protesta, que se replicó en distintas ciudades del país, pero tuvo en Rosario una de sus expresiones más contundentes.