En una carta escrita desde la cárcel, la líder opositora Keiko Fujimori calificó este sábado de injusta y arbitraria la prisión preventiva de 36 meses que cumple desde el jueves en Lima por decisión judicial tras ser acusada de corrupción.
«El miércoles 31 de octubre, sin haber culminado la audiencia de prisión preventiva, el juez de manera irregular decide adelantar su decisión sobre mí», señala la carta, difundida en la cuenta de Twitter de Keiko Fujimori.
«Así de manera arbitraria sin guardar siquiera las apariciones de un debido proceso decide sancionarme con 36 meses de prisión preventiva», expresó.
La líder del partido opositor Fuerza Popular exculpó a su padre Alberto Fujimori (1990 – 2000) por haber incursionado en política y consideró que está siendo perseguida por la justicia.
«No eres culpable que yo haya decidido entrar en la política», respondió a su padre, que el viernes en un tuit le pidió perdón por haberla involucrado en la política.
«Mantengo la fe que se respete el debido proceso y la presunción de inocencia», agregó.
Keiko, de 43 años, está recluida desde el jueves en un penal femenino de Chorrillos, un distrito costero del sur de Lima construido en 1992 durante el gobierno de su padre, acusada de recibir aportes ilegales de la constructora brasileña Odebrecht en su campaña de 2011.
El sábado recibió la visita de su madre Susana Higuchi, su hermana Sachi y su hija mayor.
Keiko manejaba desde las sombras al Congreso peruano, según reveló un chat grupal, pero su monolítico partido se sumió en una crisis interna cuando ella quedó a merced de la justicia.
La líder opositora ya había estado una semana en detención «preliminar» por esta causa, pero fue liberada el 17 de octubre por una corte de apelaciones.
Lucha contra la corrupción
El presidente Martín Vizcarra llamó el viernes a luchar contra la corrupción «sin amenazas ni blindajes», al salir al paso de las críticas contra el fallo emitidas por el fiscal general Pedro Gonzalo Chávarry y el expresidente Alan García (1985-1990 y 2006- 2011).
«Somos absolutamente respetuosos de la Constitución y la división de poderes», añadió.
Chávarry dijo que el fiscal José Domingo Pérez, que pidió la prisión para Keiko, actuó «coordinado con el gobierno», mientras que García sostuvo que Vizcarra ha «politizado la justicia».
La prisión por 36 meses amenaza la aspiración de la dirigente de postular a la presidencia por tercera vez en 2021.
Por el caso Odebrecht también son investigados los cuatro anteriores presidentes de Perú, incluidos Alan García y Ollanta Humala (2011-2016). Este último estuvo en prisión preventiva nueve meses, igual que su esposa Nadine.
Keiko y los cuatro exmandatarios niegan las acusaciones, aunque los fiscales esgrimen las confesiones de responsables de Odebrecht que ahora colaboran con la justicia.
Fuerza Popular, que domina el Congreso, buscó «blindar» a Chávarry y al destituido juez de la Corte Suprema César Hinostroza, detenido hace dos semanas en España tras escapar de Perú.
Vizcarra ha pedido al fiscal general que dé un «paso al costado». En lugar de dimitir, Chávarry lo amenazó con emprender una investigación por un polémico contrato, que luego fue anulado, para la construcción de un aeropuerto de 2016 cuando Vizcarra era ministro de Transportes.
El juez Richard Concepción Carhuancho, que envió a Keiko a la cárcel, retomará el lunes la audiencia para resolver la suerte de 10 coacusados, sobre quienes también existe pedido de prisión preventiva por 36 meses.
El escándalo de corrupción en torno a la empresa Odebrecht también salpica a los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), quien escapó a Estados Unidos, y Pedro Pablo Kuczynski (2016- 2018), quien renunció en marzo agobiado por las denuncias de que mintió sobre sus lazos con la firma brasileña.