En un procedimiento de rutina un trabajador del servicio penitenciario fue detenido por contrabandear elementos prohibidos para los presos del penal
Un escándalo sacudió este domingo por la mañana la Unidad Penitenciaria N°11 de Piñero, cuando un agente del Servicio Penitenciario fue sorprendido intentando ingresar marihuana, teléfonos celulares y otros elementos prohibidos ocultos dentro de su mochila.
El hecho se registró a las 8 del domingo durante el procedimiento de escaneo de rutina al personal que ingresa a la cárcel. El implicado, identificado como Brian Orlando Z., celador del penal, fue detectado por los mecanismos de seguridad mientras pasaba sus pertenencias por el control.
Según el parte oficial, en el interior de su mochila se encontraron dos teléfonos celulares: uno marca Samsung y otro Motorola, ambos envueltos en papel aluminio y ocultos dentro de un frasco de acero inoxidable. Ninguno de los dispositivos tenía tarjeta SIM ni memoria, lo que sugiere un intento deliberado por evadir los controles electrónicos del penal.
Además, se halló un trozo compacto de una sustancia vegetal similar a la marihuana dentro de una lata de leche y fragmentos del mismo material escondidos en un paquete de yerba mate. También se secuestraron dos cargadores portátiles, un par de auriculares blancos y siete paquetes de levadura, este último considerado un elemento prohibido dentro del establecimiento.
La fiscalía de flagrancia, a cargo del Dr. Dalmau, intervino de inmediato y dispuso la aprehensión del celador bajo la imputación de suministro gratuito de estupefacientes, un delito grave que implica consecuencias penales aún más severas cuando el hecho ocurre en contexto de encierro.
Desde la Unidad Regional II informaron que se abrió un sumario interno para determinar si el agente actuó por cuenta propia o si formaba parte de una red más amplia de corrupción dentro del penal. Además, se investiga el posible destino de los teléfonos y la droga, presumiblemente dirigidos a internos con vínculos con el crimen organizado.