El argentino logró el mejor resultado de esta temporada para el segundo auto de Alpine
El piloto argentino Franco Colapinto volvió a dar señales de su potencial en la Fórmula 1 al completar su segunda participación con Alpine en el Gran Premio de Mónaco, con una buena actuación.
Al finalizar en la decimotercera posición, Colapinto superó en apenas dos carreras lo que el australiano Jack Doohan, a quien reemplazó, no pudo lograr en seis de las competencias.
Doohan, que ahora volvió a su rol de piloto reserva en la escudería francesa, nunca logró meterse entre los trece mejores durante su estadía como titular.
En ese sentido, su mejor resultado fue un decimocuarto puesto en Baréin, seguido de presentaciones sin brillo: decimoquinto en China y Japón, decimoséptimo en Arabia Saudita y dos abandonos, en Australia y Miami.
Colapinto, en cambio, dejó atrás su accidente en Imola y firmó una sólida remontada en uno de los circuitos más exigentes del calendario.
«Fue una carrera dura pero positiva», indicó el argentino tras cruzar la bandera a cuadros en el Principado.
Luego de clasificar vigésimo en una jornada para el olvido, el argentino escaló cinco posiciones en una pista donde adelantar se volvió prácticamente imposible por el tamaño actual de los monoplazas.
La estrategia no fue ideal -largó con neumáticos duros y debió anticipar su parada-, pero el ritmo fue competitivo y se mantuvo cerca del grupo que peleaba por entrar en zona de puntos.
Más allá del resultado, Colapinto destacó que lo más valioso fue la información que pudo recoger sobre el auto: «Tengo que seguir aprendiendo y entendiendo, pero definitivamente fue un domingo mejor. En Barcelona vamos a estar más firmes». Su análisis no sólo refleja autocrítica, sino una proyección optimista a futuro.
