El Real Madrid (6º), todavía lejos de su mejor versión, tuvo que esperar a la entrada del joven brasileño Vinicius para batir por 2-0 al Valladolid (8º), este sábado en la 11ª jornada de la Liga, en el estreno de Santiago Solari como técnico blanco en el campeonato.
Este triunfo sirvió al gigante español para poner fin a una racha de cinco partidos sin ganar en el campeonato nacional. La pasada jornada el equipo cayó 5-1 en el Camp Nou ante el Barcelona, lo que le costó el puesto al técnico Julen Lopetegui y provocó el ascenso como interino de Solari, hasta esta semana entrenador del filial.
«El fútbol es lo anímico, lo emocional, la autoconfianza… Después del gol cambió la dinámica, fluyeron las hormonas en la cancha. Me gustaría ganar 7-0 con tres goles de media chilena, pero el fútbol es otra cosa», dijo Solari en sala de prensa.
El gen nuestro
Durante mucho tiempo sin soluciones, el Real Madrid se salvó gracias a un centrochut de Vinicius, de 18 años, que tocó Kiko Olivas y terminó fuera del alcance del arquero Jordi Masip (minuto 83).
Con el viento a favor, el francés Karim Benzema sufrió un penal que el capitán Sergio Ramos transformó (8).
«Cuando no entra (el balón) hay que mantener más la calma, evitar esa incertidumbre que se crea. Es el gen nuestro el que hay que sacar siempre, ese orgullo, esa actividad que hemos demostrado desde siempre», señaló Ramos.
El destino fue cruel con el Valladolid, propiedad de la leyenda del fútbol brasileño Ronaldo, que siguió el partido desde el palco, ya que se encontró dos veces con el larguero en tiros lejanos.
En la clasificación, el Real Madrid se sitúa a cuatro puntos del líder Barcelona, que visita al Rayo Vallecano (19º) este sábado.
Triple campeón de la Liga de Campeones, el equipo blanco parece grogui en este primer tramo de temporada y solo la entrada del joven de 18 años, fichado del Flamengo, aclaró sus ideas en ataque.
El miércoles en Melilla, en el triunfo 4-0 en Copa del Rey ante un equipo de segunda división B (tercera categoría), Vinicius ya demostró que está listo para jugar, después de casi no tener minutos con Lopetegui en su corta etapa en el banquillo.