El concejal Mariano Romero pegó duro contra la propuesta del gobierno municipal sobre los taxis y advirtió que quieren legalizar Uber
El concejal peronista de Rosario, Mariano Romero, cuestionó con dureza la propuesta del Ejecutivo municipal para reducir tasas al sistema de taxis y remises, al advertir que se trata de una maniobra para avanzar con la legalización de Uber. “Primero la trampa, después el queso”, ironizó el edil, que acusó a la secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana, Carolina Labayru, de “gobernar para las plataformas multinacionales y no para los trabajadores locales”.
Las declaraciones de Romero se dan en el marco del proyecto que el municipio elevó al Concejo para modificar y eliminar tasas municipales que hoy gravan al sector de transporte público individual, en una iniciativa que según el oficialismo busca “modernizar” el sistema y adaptarlo a los nuevos hábitos de movilidad.
“Fuerte con los débiles, débil con los fuertes”
“La candidata del peor intendente de la historia de Rosario ahora promete lo que el año pasado frenaron en el Concejo: bajar tasas”, disparó Romero en declaraciones a la prensa. Y agregó: “Labayru hace anuncios de alivio fiscal para el sector, pero lo que realmente busca es legalizar Uber, la remisería trucha más grande del mundo, que evade regulaciones y precariza trabajadores”.
El concejal peronista señaló que la funcionaria municipal “lo dice en campaña, como también lo hizo cuando desmantelaron la feria de Italia y el río, dejando sin laburo a artesanos. Es una muestra más de cómo este gobierno es fuerte con los débiles y débil con los fuertes”.
Romero también apuntó a la “urgencia electoral” del oficialismo: “Subestiman a la gente. No les importa la crisis del transporte ni el desmadre urbano. Lo único que quieren es no volver a hacer papelones en las elecciones”.
Qué propone el municipio
El proyecto enviado por el Ejecutivo al Concejo propone eliminar o reducir tasas clave para taxistas y remiseros, como la revisión técnica en el CITA, la renovación y transferencia de licencias y la habilitación de apoderados. En paralelo, también se impulsa la modificación normativa que permitirá una oscilación de hasta el 35% en la tarifa, con previo aviso a los usuarios.
Según Carolina Labayru, la intención es “nivelar la cancha” para que todos los actores del transporte puedan competir en condiciones más justas, reconociendo que “el mundo cambió” y que los usuarios buscan opciones más cómodas y eficientes. Además, se eliminarían normativas obsoletas, como la exigencia de determinada vestimenta, y se avanza en la incorporación de aplicaciones móviles, pagos electrónicos y tarifas flexibles para los coches habilitados.
El trasfondo: la pelea por Uber
Aunque el texto del proyecto no menciona explícitamente a Uber, desde el peronismo aseguran que las modificaciones están pensadas para abrirle la puerta al desembarco formal de la aplicación, que opera de forma ilegal en la ciudad y cuya presencia ha generado tensión con choferes de taxis y remises desde su llegada.
Romero anticipó que no acompañará la iniciativa y llamó a discutir “una reforma del sistema de transporte con los trabajadores en el centro, no con las reglas del mercado como única brújula”.
“El problema no es la tecnología, es que la tecnología se use para precarizar y concentrar ganancias en multinacionales mientras los trabajadores locales pierden derechos”, concluyó el edil.