El juez federal Carlos Vera Barros liberó a todos los tripulantes del MV Cesi, excepto al cocinero filipino que admitió haber subido la droga al barco.
La Justicia federal resolvió este miércoles liberar a los tripulantes del buque mercante MV Cesi, de bandera de Islas Marshall, que había sido intervenido a fines de abril en el puerto de la firma Vicentin, en San Lorenzo, tras el hallazgo de 469 kilos de cocaína escondidos en una cámara frigorífica de la embarcación. La decisión fue tomada por el juez Carlos Vera Barros, que ordenó mantener detenido solo al cocinero, quien confesó ser el responsable de la carga ilícita.
La operación comenzó el 30 de abril, luego de que el propio capitán del barco denunciara una posible carga irregular, lo que derivó en un procedimiento de gran escala encabezado por la Prefectura del Bajo Paraná y de San Lorenzo, por orden del fiscal federal Claudio Kishimoto. El carguero había arribado desde Emiratos Árabes Unidos, con destino final en Ámsterdam (Países Bajos), tras una escala prevista en Montevideo (Uruguay).
Confesión y pista internacional
La droga fue encontrada acondicionada en paquetes impermeables y con sistemas de geolocalización por GPS, un método frecuente para recuperar cargamentos lanzados al mar. Según la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el hallazgo ocurrió pocas horas después de una inspección previa, y se presume que la droga ingresó durante el reabastecimiento de alimentos por parte de un proveedor externo, que habría utilizado una lancha para acercarse a la nave.
La investigación dio un giro inesperado cuando el cocinero del barco, Jonathan Caputero, de nacionalidad filipina, confesó su implicancia en el hecho, por lo que el juez le dictó prisión preventiva por 90 días mientras avanza la causa. Las declaraciones de otros tripulantes, que negaron saber sobre la droga, llevaron a la liberación del resto de la tripulación.
Una de las hipótesis más firmes que manejan los investigadores es que la cocaína fue cargada en Montevideo, ciudad donde el MV Cesi hizo escala antes de arribar al puerto santafesino y donde tenía previsto detenerse nuevamente antes de cruzar el Atlántico hacia Europa. El hallazgo de restos de agua salada en los paquetes refuerza esta teoría.
Una ruta narco transatlántica
Las autoridades ahora enfocan la investigación en los posibles financistas de la operación, ya que se estima que la droga incautada podría tener un valor superior a 6 millones de dólares. Las sospechas apuntan a un posible cartel sudamericano con conexiones logísticas en puertos de la región.
Mientras tanto, el MV Cesi fue autorizado a reanudar su viaje y continuar con la carga de cereales, aunque bajo estricta supervisión. La causa sigue en manos del juzgado federal rosarino, con la colaboración de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), en busca de desentrañar una de las maniobras de narcotráfico transoceánicas más sofisticadas de los últimos años.