El joven nadador rosarino fue operado durante cuatro horas en Buenos Aires. Su familia logró reunir los 60 millones de pesos gracias a una colecta solidaria
Matías Bottoni, el joven nadador rosarino que sufrió una gravísima lesión medular durante una competencia en Buenos Aires, fue operado este lunes durante cuatro intensas horas en el Hospital Italiano. La cirugía fue posible gracias a una campaña solidaria que, en pocas horas, permitió recaudar los 60 millones de pesos necesarios ante la ausencia de respuesta de su obra social.
“Cuando entramos, Mati abrió los ojos y respondió con estímulos a nuestras voces”, contó Luciano, su papá, este martes en diálogo con Radio 2. “Hoy van a empezar a despertarlo y extubarlo para que pueda hablar. La recuperación será muy larga. Tenemos esperanza de que pueda mover los brazos, pero no nos dieron esperanzas respecto de sus miembros inferiores”, explicó con crudeza.
La familia atraviesa estas horas difíciles con apoyo psicológico y rodeada por una fuerte red de afecto del mundo del deporte, tanto local como nacional e internacional. “Tuvimos una movilización impresionante. Queremos que se entienda que todo lo que se recauda es para él, para su atención médica y para una vida con movilidad adaptada”, agregó Luciano.
En paralelo, la familia apunta contra la obra social Ospac (Caja de Seguridad Social para los Profesionales del Arte de Curar) por su inacción tras el accidente. “Esto pasó un sábado. Ospac no atiende fuera del horario de oficina. Mi esposa se contactó con el servicio de asistencia, pero le dijeron que no cubrían eventos deportivos. Así, Mati terminó en el hospital público Santojanni y se perdieron horas vitales”, denunció su padre. “No estoy enojado, pero es necesario repensar el sistema. Si la operación se hacía dentro de las 24 horas, hoy quizás hablábamos de otro panorama”.
Luciano también señaló que “la obra social ahora cubriría la parte médica de esta primera etapa, pero yo tuve que poner el dinero para que lo recibieran. Hay que garantizar que los hospitales puedan contactarse de manera directa y urgente con las obras sociales. No puede ser que si te pasa algo un sábado a la noche, no tengas a quién llamar”.
La operación consistió en reemplazar la vértebra fracturada por una de titanio. Se trata apenas del primer paso de un camino largo. “Nos hablan de dos años de recuperación en Buenos Aires. Esta probablemente sea la primera de varias cirugías más”, contó su padre.
