El Partido Justicialista, a través del el Instituto Juan Domingo Perón, fue sede del Encuentro por Francisco
Con la participación de referentes políticos, sindicales y sociales, el Partido Justicialista de Rosario fue sede del Encuentro por Francisco: Diálogo por la Unidad de los Pueblos, una jornada de reflexión colectiva que combinó espiritualidad, pensamiento político y compromiso con las luchas populares.
Organizado por el Instituto Juan Domingo Perón, el PJ Rosario y diversas organizaciones sociales y territoriales, el evento reunió a decenas de personas bajo una consigna clara: pensar el presente y futuro de los pueblos desde una mirada nacional, popular y latinoamericana, inspirada en el legado del Papa Francisco.
La jornada comenzó con la colocación y bendición de una placa en homenaje al Sumo Pontífice, considerado por los organizadores como un faro ético y político en tiempos de incertidumbre. La ceremonia fue encabezada por el Padre Osvaldo Macerola y dio paso a un espacio de diálogo participativo centrado en los cuatro principios fundamentales promovidos por Francisco: el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea, y el todo es superior a las partes.

Durante el debate se remarcó el papel de Francisco en la actualización doctrinaria del movimiento nacional, su defensa de los humildes y su crítica frontal a las lógicas del poder económico concentrado. También hubo menciones al contexto regional y al nuevo escenario que se abre con el inicio del pontificado de León XIV.
Estuvieron presentes los diputados nacionales Germán Martínez y Diego Giuliano, el concejal Lisandro Cavatorta, el director del Instituto Juan Domingo Perón, Pablo Scolari, y la secretaria de la Juventud Peronista, Micaela Rascon, entre otros referentes.
El encuentro concluyó con un buffet popular que reforzó el sentido comunitario y militante de la jornada. Desde la organización destacaron “la potencia de estos espacios colectivos, donde se recupera el pensamiento crítico, la mística popular y la vocación de unidad que Francisco siempre impulsó”.
