La caída en la actividad económica pegó fuerte en los comercios rosarinos. En los últimos tres años se registró un fuerte incremento de locales comerciales desocupados en la ciudad. Esto genera incertidumbre en inmobiliarias porque se caen contratos, mientras que los empleados de los negocios quedan en la calle.
Un relevamiento de la Concejalía Popular indica que en abril de 2015 había 1.900 locales comerciales vacíos y en octubre de 2018 está por encima de los 3.500 locales.
Los comercios están vacíos porque resulta difícil poder sostener el costo del alquiler. En el último tiempo se incrementó la rescisión anticipada porque los contratos se firman por tres años con una suba anual. Ese aumento no lo pueden pagar los inquilinos y optan en llegar a un acuerdo y dejar el local.
Las complicaciones crediticias que sufren las pymes, las altas tasas de intereses y los cambios de hábitos en los gastos de las personas también son puntos claves a la hora de analizar el conflicto.
Morosidad
La morosidad de los contratos de alquileres de viviendas se cuadruplicó en el último año donde llegó a casi el 5 por ciento. «Todavía no es un número muy alto, pero hace un tiempo estábamos en 1 por ciento», explicó a CLG Ariel D’Orazio de, la Concejlía Popular.
Ese número también refleja el problema de mucha gente que quedó sin trabajo, estudiantes que ya no pueden estudiar en la ciudad o se juntan entre varios en una casa para achicar el gasto.