El servicio dejó de funcionar en noviembre de 2024 y desde el gobierno nacional argumentan que faltan formaciones en condiciones
Esta semana se cumplieron cinco meses desde la suspensión del tren de pasajeros entre Rosario y Cañada de Gómez, generando preocupación entre los usuarios sobre su posible regreso en 2025.
El diputado nacional Eduardo Toniolli llevó el tema al Congreso, donde el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respondió que la suspensión se debe a la falta de material rodante. Sin embargo, Toniolli acusó al gobierno de mentir, argumentando que hay trenes disponibles y que la decisión responde a una falta de voluntad política y a un intento deliberado del gobierno de Javier Milei de desmantelar el sistema ferroviario, especialmente en el interior del país.
El informe de gestión del gobierno también reveló que ya se han cancelado ocho servicios ferroviarios desde el cambio de gestión, incluyendo los ramales Rosario-Cañada de Gómez, Once-Pehuajó y Gral. Guido-Pinamar.
A pesar de que el tren rosarino había tenido un récord de pasajeros en 2023, la falta de mantenimiento fue uno de los factores que afectaron el servicio. El tren había sido reactivado en 2022 tras 45 años sin operar y cubría 71 km con varias paradas intermedias.
Amigos del Riel y su mirada
Según Mariano Antenore, referente de la Asociación Rosarina Amigos del Riel, el tren movilizaba unos 20 mil pasajeros mensuales. “Era un número que iba en crecimiento, incluso con solo tres frecuencias diarias y sin operar los domingos. Había una aceptación real de parte de la gente. Se generaban conexiones útiles en todas las estaciones del recorrido, no solo entre cabeceras”, remarcó.
Para Antenore, la desaparición del servicio dejó un vacío en la movilidad regional que no fue compensado por ninguna otra opción: “Lo que queda es el transporte por colectivo, con tarifas muy elevadas y frecuencias irregulares. El impacto se siente especialmente en las localidades intermedias”.
Desde Trenes Argentinos, la empresa estatal a cargo de los servicios de pasajeros, el ramal Rosario–Cañada de Gómez sigue figurando oficialmente como “cancelado”. La provincia, por su parte, guarda silencio. Organizaciones ferroviarias insisten en que existe una Ley de Ferrocarril Provincial que podría ser activada para asumir un rol más protagónico desde Santa Fe.
“La provincia tiene una Secretaría de Movilidad y una Unidad Especial de Transporte Ferroviario. Deberían al menos comunicar si hay algún trabajo en marcha. No se puede mirar para otro lado mientras se desmantelan servicios esenciales”, concluyó Antenore.