La liberación en Pakistán de una mujer cristiana que fue absuelta ocho años después de ser condenada por blasfemia quedó este viernes demorada luego de fallidas conversaciones entre el gobierno e islamistas radicales que exigen que sea colgada en público.
Además, un abogado que representa a un clérigo local que fue quien presentó los cargos iniciales de blasfemia contra Asia Bibi solicitó ayer a la Corte Suprema que revierta su absolución.
En un fallo histórico, la máxima instancia judicial del país de mayoría musulmana revocó el miércoles pasado la condena contra Bibi de 2010 por haber insultado al profeta Mahoma.
Desde entonces, grupos islamistas han bloqueado rutas y calles y dañaron o incendiaron decenas de vehículos para presionar al gobierno para que frene la liberación de la mujer, que está detenida en un lugar no revelado.
Las escuelas y oficinas permanecieron cerradas también hoy en las grandes ciudades del país por temor a disturbios y en las calles había poco tránsito, informó la agencia de noticias DPA. En Islamabad, los extremistas bloquearon tres de las cuatro carreteras de acceso a la capital, y el gobierno envió soldados para proteger los edificios públicos en las grandes urbes. Los servicios de telefonía móvil estaban hoy cortados.
El líder de las protestas llamó a sus seguidores a una huelga general tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno para poner fin a las manifestaciones, que han paralizado medio país por tercer día consecutivo.
El clérigo Khadim Hussain Rizvi, del partido Tehreek-e-Labbaik Pakistán (TLP), afirmó que el diálogo con el gobierno «ha fracasado» y que el Ejecutivo y la principal agencia de inteligencia los han amenazado con disparos, por lo que llamó a sus seguidores a una huelga con la que paralizar el país. «Todos los seguidores del profeta deben prepararse para la muerte en honor del profeta», indicó en su cuenta de Twitter.
El gobierno del primer ministro Imran Khan decidió ayer entablar negociaciones con el TLP, un día después de advertir a los islamistas de que no se enfrenten al Estado. El ministro de Información, Fawad Chaudhry, informó en su cuenta de Twitter de que el diálogo continúa con los radicales y que la situación está bajo control.
Por su parte, el portavoz del Ejército, el general mayor Asif Ghafoor, pidió en una entrevista con la televisión pública PTV que no se involucre a la institución marcial en la situación. «Es una cuestión legal, y será mejor si se permite que las leyes sigan su curso», dijo Ghafoor.
Bibi, de 51 años y madre de cinco hijos, fue acusada de insultar a Mahoma durante una pelea con otras mujeres musulmanas en su pueblo. En 2009 fue detenida y el año siguiente condenada a muerte en base a una polémica ley de blasfemia que rige en el país de mayoría islámica.