La medida de fuerza se lleva adelante desde las 0 de este jueves. El único transporte público que funcionó fueron los colectivos
El paro general de 24 horas lanzado por la CGT se vivió con una importante adhesión en Rosario, marcando la tercera medida nacional de este tipo desde la llegada de Javier Milei a la presidencia. La principal razón de la protesta fue el rechazo a la política económica del gobierno nacional, especialmente a lo que se considera un «piso a los aumentos salariales», que los gremios han cuestionado fuertemente.
A pesar de que el transporte público de colectivos operaba con ciertas dificultades, la ciudad presentó una imagen que, aunque lejana a la paralización total, sí mostró una menor actividad de lo habitual. En el centro de Rosario, el paisaje fue diferente al de un día común: algunos comercios permanecieron cerrados, mientras que otros decidieron abrir pero estuvieron sin gente.

En cuanto a los supermercados, estos permanecieron abiertos, al igual que las escuelas, que recibieron a docentes y alumnos, aunque con ausentismo tanto en las aulas como en las actividades. Según la Cámara de Supermercadistas, la actividad en los comercios del rubro fue «normal», tanto en la atención al público como en la provisión de productos. También los shoppings operaban con normalidad, sin mayores alteraciones.

Desde el sector educativo, el gremio Sadop, que agrupa a los docentes privados, reportó una adhesión parcial al paro, a pesar de que el gobierno provincial les descontó el día y el premio por presentismo. Aunque no se precisaron cifras exactas, se reconoció que hubo ausentismo tanto entre los maestros como entre los alumnos, lo que evidenció que la huelga no fue total, pero tampoco la actividad fue completamente habitual. Tampoco hubo actividad bancaria.

Por otro lado, el tránsito en la ciudad se sintió menos congestionado, especialmente en la zona de Circunvalación, donde la actividad en las plantas fabriles circundantes fue la habitual. La jornada de paro, que tuvo una fuerte convocatoria, dejó una clara muestra de descontento social ante las medidas económicas del gobierno nacional, aunque sin llegar a paralizar por completo el funcionamiento de la ciudad.
