El padre Fabián Monte, vicepresidente de la institución, dijo que "hay un desfile incesante de personas en todas las parroquias"
La crisis económica sigue golpeando con dureza a los sectores más vulnerables del país. Según datos de Cáritas, en los últimos dos años la cantidad de personas que buscan asistencia alimentaria creció un 40%, en paralelo con el deterioro del poder adquisitivo y el aumento de la pobreza.
El padre Fabián Monte, vicepresidente de la institución, dialogó con Radio Universidad Rosario y brindó un crudo panorama sobre la realidad de los comedores y la asistencia social. “Es una demanda constante y hay un desfile incesante de personas en todas las parroquias”, afirmó.
Según el último informe de Condiciones de Vida del Indec, la pobreza alcanzó a unos 11,3 millones de personas en Argentina durante el segundo semestre de 2024. Aunque Cáritas no realiza encuestas propias, Monte confirmó que «vemos lo que ocurre en nuestra organización y el aumento de personas que se acercan a pedir ayuda es evidente».
Monte indicó que la situación se agravó en el último año y no se percibe una baja en la demanda. En este contexto, identificó dos grupos sociales que antes no recurrían a Cáritas y que ahora también buscan asistencia:
- Trabajadores registrados, cuyos ingresos ya no alcanzan para cubrir las necesidades básicas debido a la pérdida del poder adquisitivo.
- Jubilados, quienes han aumentado su presencia en los pedidos de ayuda.
Monte también explicó que, mientras algunos programas de asistencia de Cáritas con las provincias se han mantenido y serán renovados con un ajuste del 30%, otros convenios con el gobierno nacional duran apenas tres meses y aún están a la espera de confirmaciones para su continuidad.
El sacerdote detalló que el impacto más fuerte se sintió tras la devaluación de principios de 2024. “Desde entonces, el aumento de la demanda fue muy grande, casi un 40% más que hace tres años”, sostuvo.
Actualmente, Cáritas asiste a unas 20 mil familias con bolsones de alimentos que contienen siete productos básicos, además de sostener comedores comunitarios. Sin embargo, Monte advirtió que “es una ayuda mínima” frente a la magnitud de la crisis.
Con este panorama, la organización sigue trabajando para dar respuesta a una situación social cada vez más compleja, donde el acceso a los alimentos se ha convertido en una lucha diaria para miles de familias argentinas.
