"Nuestra renuncia es un acto de ética médica, de responsabilidad cívica y profesional, y una advertencia urgente", señalaron las y los médicos renunciantes, quienes advierten que el desmantelamiento del Ministerio no permite "dar respuesta a las obligaciones básicas"
Médicos y médicas de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de las Direcciones de Vacunas y de VIH, TBC y Lepra presentaron sus renuncias en protesta por los despidos realizados por el Gobierno en estas áreas, alertando sobre el grave riesgo que esto implica para la salud pública. En un comunicado, expresaron que no podían seguir siendo parte de un Ministerio incapaz de cumplir con sus responsabilidades esenciales, subrayando que la salud pública es una inversión, no un gasto.
La infectóloga Carolina Selent explicó que los despidos afectan gravemente las políticas de vacunación y de VIH, con la reducción de equipos clave, y advirtió que esto incrementará los costos a largo plazo, los cuales recaerán sobre los contribuyentes. La situación se agrava por las condiciones precarias de trabajo, como contratos temporales y la falta de respuestas oficiales.
Entre los despedidos, figuran profesionales encargados de tareas cruciales como la nominalización de vacunas, la campaña antigripal y la vigilancia de enfermedades como sarampión y rabia. Selent destacó que la baja cobertura de vacunación y la falta de recursos para el VIH podrían generar brotes y aumentar los gastos en salud pública, ya que la prevención siempre es más económica que el tratamiento.
Los trabajadores han solicitado la reincorporación de los despedidos, pero el Ministerio de Salud ya adelantó que no se llevará a cabo. Selent advirtió que las consecuencias de estos despidos serán costosas a futuro, ya que la falta de prevención aumentará los gastos en tratamientos médicos.