Por Roberto Moro (*)
Procedimientos y operativos policiales, incautaciones, allanamientos y quema de drogas, como las seis toneladas que se incineraron ayer son, seguramente, la imagen más visible del Problema de las Drogas. Sin embargo, no es la única ya que, como una moneda, tiene dos caras: por un lado, el control de la oferta con la lucha contra el narcotráfico a cargo del ministerio, que conduce Patricia Bullrich, y sus fuerzas de seguridad y por el otro, la reducción de la demanda, a través del tratamiento y prevención de las adicciones.
Desde la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), órgano rector de políticas públicas en materia de drogas legales e ilegales a nivel nacional, tenemos como ejes la prevención, la capacitación y el tratamiento de las adicciones, a través de un abordaje territorial en articulación con las provincias, los municipios y las organizaciones sociales e instituciones civiles.
Cuando asumimos esta gestión en la Sedronar, consensuamos con las provincias un Plan Nacional de Reducción de la Demanda de Drogas, con participación social y comunitaria y desde un enfoque de perspectiva de género y de respeto de los Derechos Humanos, y lanzamos el Programa Nacional Municipios en Acción para impulsar las políticas públicas locales y de esta manera incluir en su agenda la problemática de las adicciones. Actualmente, en el marco del Consejo Federal de Drogas (Cofedro) articulamos acciones y estrategias con todas las provincias y, a través del programa, capacitamos a más de 550 municipios.
Por otra parte, coordinamos un trabajo conjunto con las organizaciones de la sociedad civil, que abordan la problemática en el territorio. En ese sentido, a través del Programa de Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario (Caac), fortalecemos los espacios de contención y primera escucha en el territorio, destinados a personas con adicciones. Ya implementamos 170 dispositivos en el país, donde se llevan adelante talleres de capacitación en oficios, grupos terapéuticos, actividades recreativas y deportivas, entre otras acciones con el fin de fortalecer las redes y potenciar a los actores locales. Además, presentamos el Programa Argentina Previene, que por segundo año consecutivo financia la realización de proyectos preventivos de las ONG.
Asimismo, trabajamos la prevención de las adicciones en ámbitos escolares y laborales, en contextos de ocio y nocturnidad y de encierro y a través del arte, la cultura y el deporte. De esta forma ya repartimos más de un millón de materiales educativos a las 60.000 escuelas de todo el país. Articulamos con empresas privadas, cámaras empresariales, gremios, sindicatos, organizaciones no gubernamentales y organismos estatales para la capacitación de trabajadores y promotores sanitarios.
Desarrollamos una estrategia dedicada a la prevención del consumo abusivo de drogas y alcohol y promoción de hábitos saludables para llevarla adelante junto a los organizadores en eventos nocturnos y fiestas populares. Finalmente, trabajamos con más de mil instituciones deportivas y artísticas de 14 provincias y organizamos cursos de formación que realizamos en 37 penales provinciales, una penitenciaria federal, siete centros de responsabilidad penal juvenil y seis escuelas penitenciarias para la prevención en contextos de encierro.
A través de un abordaje territorial y una articulación entre los distintos niveles de gobierno y las organizaciones de la sociedad civil, en todo el país estas estrategias y acciones preventivas y asistenciales se desarrollan a veces sin difusión pero también sin pausa. Por decisión política del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, estamos avanzando en un equilibrio entre el control de la oferta y la reducción de la demanda para construir entre todos una respuesta eficaz al problema de las drogas.
(*) Secretario de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR)