Desde el sector admiten que "siempre le echan la culpa al industrial, pero el problema está en el precio al consumidor final"
El sector textil enfrenta un panorama crítico tras la pérdida de más de 10 mil puestos de trabajo en 2024, acompañada de numerosas suspensiones, según señaló Luciano Galfione, presidente de la Fundación Proteger y referente del rubro.
En declaraciones a Cadena 3, Galfione explicó que el principal problema radica en los costos de comercialización, más que en los de producción. «Siempre le echan la culpa al industrial, pero el problema está en el precio al consumidor final», aseguró.
El empresario detalló que el precio de una prenda en un shopping está compuesto en un 50% por impuestos, un 20% por las comisiones de los bancos y un 15% por el costo del alquiler del espacio. «Es una estructura que asfixia al sector y hace inviable competir de manera sostenible», afirmó.
Impacto en la producción
Aunque la indumentaria fue uno de los rubros que menos incrementó sus precios durante 2024, esto no fue suficiente para sostener la rentabilidad. La caída en el consumo, sumada a las elevadas cargas y márgenes fuera de control en la cadena de distribución, profundizó la crisis que atraviesan las empresas textiles, especialmente las pequeñas y medianas.
Reclamo soluciones urgentes
Galfione llamó a replantear el esquema de costos y cargas impositivas para evitar que la situación empeore. «El sector necesita medidas concretas que fomenten la competitividad y alivien la presión sobre los consumidores y productores», concluyó.
La industria textil, que históricamente ha sido un motor de empleo en el país, atraviesa un desafío crítico que requiere una respuesta articulada entre los distintos actores de la economía.