Según el último informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el empleo informal experimentó un aumento en el tercer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior. El estudio, titulado Panorama del empleo asalariado informal y la pobreza laboral, revela que 6 de cada 10 trabajadores informales viven en hogares en situación de pobreza.
La tasa de informalidad entre los asalariados fue del 36,7% en el tercer trimestre de 2024, lo que representa un leve aumento interanual de casi un punto porcentual. A pesar de este incremento, el informe señala que la tasa de informalidad ha permanecido relativamente constante y en niveles elevados durante los últimos 16 años. Esto implica que casi el 40% de los trabajadores en relación de dependencia no están cubiertos por la legislación laboral ni por las instituciones que protegen los derechos laborales.
En cuanto a la distribución de la informalidad por género, las mujeres presentan una tasa más alta (38,9%) que los hombres (34,2%). Los jóvenes son el grupo etario más afectado, con un 64% de informalidad. Además, las regiones más perjudicadas son el Noroeste, Cuyo y el Nordeste, donde las tasas superan el 40%.
El informe también señala que el nivel de informalidad varía según la actividad económica. Mientras que el sector público (9,1%) y los servicios financieros (24,1%) tienen las menores tasas de informalidad, la construcción (67,3%) y el servicio doméstico (76,3%) presentan las cifras más altas.
Uno de los puntos más alarmantes del informe es la penalidad que enfrentan los trabajadores informales. Según el análisis, «la penalidad por informalidad es del orden del 46%», lo que significa que un trabajador informal, con igual nivel educativo y en condiciones similares a un trabajador formal, recibe un salario un 46% inferior. Es decir, si un trabajador formal gana $100, un trabajador informal en la misma situación solo percibirá $54.
El informe también destaca que la informalidad afecta especialmente a los sectores con menores ingresos. El 80% de los trabajadores en el quintil con los salarios más bajos tienen un empleo informal, mientras que en el quintil con los ingresos más altos, solo el 6% está en esa situación.
Además, el fenómeno del trabajador pobre se refleja en los datos, con el 40% de los asalariados viviendo en hogares pobres. Sin embargo, entre los trabajadores informales, esa cifra asciende al 63%. Al comparar los ingresos mensuales con el valor de la canasta básica, el 59% de los asalariados informales gana por debajo del umbral de pobreza, mientras que entre los trabajadores formales la cifra se reduce al 8%.