La crisis también afectó a los choferes, con una pérdida de entre 1.200 y 1.500 puestos en los últimos 8 años, debido a la baja rentabilidad
El negocio de la movilidad en Rosario está atravesando una crisis profunda, marcada por la caída de la rentabilidad de los taxis y la competencia de aplicaciones de transporte ilegales como Uber y Didi. La demanda de licencias disminuyó drásticamente, pasando de valer hasta 50 mil dólares hace unos años a solo 2 mil dólares hoy en día, lo que refleja una devaluación del sistema.
Además, el costo para renovar la licencia es de 3.340.000 pesos, lo que ha generado un debate sobre su viabilidad, con voces pidiendo su reducción o eliminación. «Si en la actualidad el taxi fuese rentable entre chapa y auto pedirían 65 mil dólares, algo impensado», afirmó insistió el vocero de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), José Iantosca.
La crisis también afectó a los choferes, con una pérdida de entre 1.200 y 1.500 puestos en los últimos 8 años, debido a la baja rentabilidad.
En la actualidad, un 20% de la flota de taxis en la ciudad tiene más de 10 años de antigüedad, lo que refleja aún más la precariedad del sector. Los titulares de licencias y sindicatos critican la falta de controles y la creciente competencia desleal de las aplicaciones no reguladas.