Miguel Vivas, secretario General del gremio en Rosario, se refirió a la situación de Granja Tres Arroyos
La compañía GTA (Granja Tres Arroyos) dispondrá del cierre de la planta 1 de la empresa (ex Cresta Roja) una de las dos que luego de dos procesos de quiebra distintos estaba bajo la órbita de este gigante avícola. El gremio de la Alimentación de Rosario lamentó su cierre. Así lo comunicó el secretario general, Miguel Vivas.
Luego de dos procesos de quiebras distintos, uno que comenzó en 2014 y otro en 2018, atravesando a dos gestiones presidenciales que intentaron recuperarla, Granja Tres Arroyos se hizo de esta malograda empresa, agregándola a su conglomerado de proceso avícola.
Desde entonces, las dos plantas que pertenecían a Cresta Roja, una en Ezeiza y la otra en Tristán Suarez, recorrieron un sendero aparentemente virtuoso, hasta que hace unos días se hizo público que en esa planta 1, la de Tristán Suárez, comenzó una merma en los camiones recibidos con mercadería, y comenzó un recorte de horas de trabajo, mientras la planta 2 sigue su habitual proceso, incluso con turnos extra para los operarios.
Este jueves cerró definitivamente la planta 1, la que no recibía materia prima habitual. Así se lo confirmaron desde la compañía a los trabajadores, según pudo saber Bichos de Campo.
GTA creó la empresa Wade SA, que se hizo cargo de mantener activas las plantas de Cresta Roja tanto en Ezeiza como en Tristán Suárez, aunque todo el conflicto trajo aparejada una fuerte reducción de la cantidad del personal empleado.
Para esta medida que se tomó, la empresa argumenta una fuerte caída en la producción producto de la pérdida de mercados luego de la crisis de la influenza aviar, y que desde entonces no pudo recomponer los habituales canales comerciales para destinar la mercadería.
El cierre de esta planta representará que 200 empleados de la fábrica quedarán en la calle, mientras unos 55 restantes pasarán a formar parte del grupo en otros lugares.
El argumento de la empresa es puesto en duda por los empleados, ya que desde el seno de la planta, argumentan que “hace tiempo que no se le da bola a esta planta”. Desde las entrañas de la ex Cresta Roja cuentan que la inversión para mantener abierta la planta era inexistente, lo que representa que la intención de cerrar la planta es ajena a los mercados, ya que la otra planta trabaja a destajo para abastecer los mercados.
“Dicen que no tienen trabajo, pero están haciendo 12 horas de faena en la otra. Entonces, ¿cómo no tienen para para hacer 9 horas para nosotros?”, cuenta a este medio un trabajador de la empresa, que cuenta que hace tiempo comenzó un proceso de desmantelamiento, y que se iban llevando la maquinaria de a poco.
Por estas horas se espera un dictaminen del ex ministerio de trabajo, con el Preventivo de Crisis, mecanismo previsto en la Ley de Empleo Nº 24.013 que prevé una negociación entre la empresa, el sindicato y el Gobierno antes de aplicar despidos.
A los empleados se les ofreció un retiro voluntario con el 70% de la indemnización, pero mantienen por estas horas un comité y evaluando medidas a llevar a cabo.