Política y Economía

Manrique renunció a su cargo en la conducción de la CGT, en medio de diferencias con el sector «dialoguista»


En la carta de renuncia que envió, el referente del SMATA evitó criticar a la central, aunque sí lo había hecho la semana pasada en una entrevista

El diputado de Unión por la Patria y referente del sindicato SMATA, Mario «Paco» Manrique, renunció hoy a su cargo como secretario gremial de la CGT, en medio de diferencias con el sector «dialoguista» de la central obrera que acaba de reactivar los contactos con el, gobierno de Javier Milei.  

El dirigente kirchnerista y número dos del gremio de mecánicos que lidera Ricardo Pignanelli en la carta de renuncia que envió a la CGT evitó criticar a la central obrera y alegó que el motivo de su paso al costado es el de «falta de tiempo» por acumulación de responsabilidades.

«Esta decisión se debe al cúmulo de tareas y responsabilidades que actualmente tengo como diputado nacional y como secretario general adjunto del SMATA, lo cual hace imposible que continúe en el cargo con la responsabilidad y dedicación que este merece», sostuvo Manrique en el texto difundido.

No obstante, el sindicalista en una entrevista radial, poco después de que referentes de la CGT reactivaran el diálogo con la gestión libertaria, había disparado munición gruesa contra sus colegas.

«Voy a renunciar a la CGT, esta CGT a mí no me representa. Se vació de contenido, no tiene claro hacia dónde va», sostuvo Manrique hace cinco días en un reportaje.

En esa entrevista, agregó: «No sé cuáles son los objetivos de la CGT y soy el secretario gremial. No hay diálogo, se cortó la mesa chica, me entero más lo que pasa con la CGT por ustedes (la prensa) que por los compañeros».

También había lamentado que «la CGT cree que porque (el jefe de Gabinete, Guillermo) Francos les abre la puerta y los atiende, tienen lugar».

Los referentes del sector moderado de la CGT, que son mayoría en la correlación de fuerzas dentro de la central, se reunieron la semana pasada con Francos y retomaron así el vínculo en medio de las tensiones entre el Gobierno y los sindicatos tras la reglamentación de la reforma laboral que contiene la Ley de Bases.  

Esto no cayó bien en el bando de los «duros», que integran el camionero Pablo Moyano y también Manrique, más cercanos al kirchnerismo que los dialoguistas. 

Estos pretenden fomentar marchas y paros contra la gestión libertaria y, en ese marco, el moyanismo impulsa un paro de todo el transporte para el 30 de este mes, al que solo no adherirá la UTA, gremio de los colectiveros, ya que su titular, Roberto Fernández, siempre estuvo enfrentado con el camionero.