La suma se repartirá entre el sector público y el privado en los próximos dos años
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, reveló que el organismo le brindará a la Argentina US$3.800 millones en créditos, que estarán repartidos entre el sector público y el privado, durante los próximos dos años.
El financiamiento comprenderá de una inyección de US$2.400 millones para el sector público, que se completará este año, y de una erogación de US$1.400 millones, durante los siguientes dos años, para diversos proyectos privados que se desarrollarán en el país.
Goldfajn precisó que la asistencia financiera para la administración nacional será destinada a mejorar la eficiencia del gasto, a cubrir subsidios energéticos y a protección social. Mientras que los créditos para el sector privado irán direccionados a 20 proyectos relacionados a agronegocios, infraestructura, energía y minería, entre los que se encuentran tres iniciativas vinculadas al litio.
La confirmación de los préstamos para el país fue realizada por el titular del BID en un artículo que redactó para el Financial Times, titulado “Las reformas van a ayudar a la Argentina a liberarse de su historia”, en el que destacó los avances del Gobierno en materia económica y remarcó la importancia del trabajo en conjunto entre el sector público y privado, previendo que permitirá un mejor terreno para el desembarco de inversiones.
Al respecto, sostuvo que para dejar atrás las recurrentes crisis del país se requiere de “un sector público más eficiente y un sector privado dinámico, que genere oportunidades y sirva como motor de crecimiento”.
En este marco, valoró que el Gobierno “liderado por el presidente Javier Milei, ha estado dando pasos decisivos en esta dirección: en solo siete meses ha conseguido progresos destacables para restaurar el muy necesario equilibrio fiscal, pasando de un déficit de 2,9% del PBI a fines de 2023 a un superávit de 1,5% a fines de agosto de este año”.
Goldfajn consideró que se debe seguir en esa línea y profundizar la optimización del gasto público expresando que “es de la mayor importancia seguir mejorando la eficiencia del gasto y redireccionando recursos para ayudar mejor a los argentinos más vulnerables”, para lo que aportó un estudio del organismo en el que se enuncia que hasta 7% del PBI puede ser reasignado y que las ineficiencias en transferencias y subsidios llegan al 3,3% del PBI.
En este aspecto, aseguró que el BID “está trabajando de cerca con el Gobierno para mejorar la eficiencia del gasto y reforzar la protección social”, aunque esa sea solo “una parte de la historia” para mejorar la economía argentina, ya que el objetivo final es generar oportunidades de trabajo para lograr un crecimiento duradero y sostenible.
En su visión, una transformación duradera de la Argentina depende de la interacción de un sector privado “valiente” que aproveche las oportunidades para crear trabajo y motorizar el crecimiento, y un sector público que provea regulación afinada y fuerte protección social, de modo de crear un ciclo de estabilidad y crecimiento sostenido.
Por otro lado, destacó el trabajo del Ejecutivo en relación a las desregulaciones en distintos sectores indicando que “está afinando una larga lista de regulaciones y controles”, lo que de la mano de un clima de negocios favorable, consideró que permitirá mayor dinamismo del sector privado con inversiones.