La icónica cantante dejó un legado que continúa vigente a una década y media de su fallecimiento
“La Negra” Mercedes Sosa falleció el 4 de octubre de 2009, a los 74 años: la cantora tucumana dejó un vacío que no se podrá llenar, ni en el ámbito artístico, ni social.
Es difícil definirla en simples palabras, “La Negra” no fue solo una cantante. Su compromiso desde lo social, su historia de vida y la forma en que trascendió fronteras, la hicieron una artista excepcional.
Tan nacional e icónica de la Argentina, que nació el 9 de julio de 1935 en Tucumán bajo el nombre de Haydée Mercedes Sosa. Desde los 15 años demostró ser digna de un talento que no tendría techo.
Sosa se crió en el seno de una familia humilde y, en sus inicios, inventó un seudónimo -«Gladys Osorio»- para evitar que su padre se enojara, al ganar un concurso en una radio local. Solo algunos años después se convirtió en un símbolo identitario que trascendió fronteras.
En 1957 se casó con Oscar Manuel Matus que produjo sus primeros discos con un sello independiente. Así vieron la luz “Canciones con fundamento” en 1959 y “La voz de la zafra” en 1961. Las composiciones tuvieron como protagonista a un primer indicio de su lucha social: los pobres, trabajadores, humildes y sufridos.
En 1965 y, en un contexto donde el Festival de Cosquín dirigía al eje folklórico, el reconocido cantautor Jorge Cafrune encontró a Mercedes Sosa entre el público y la anunció: “Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo”.
Con su hijo, Fabián Matus, de siete años y un matrimonio fallido recientemente, “La Negra” cantó “Canción del derrumbe indio”. Si bien el jurado de esa época era conservador y no acostumbraba a ver mujeres en la música popular, el público la aplaudió, incluso antes de concluir su acto.
Llegada la época de dictadura cívico militar en Argentina, la artista fue perseguida y el régimen consideró a su música como subversiva. Fue detenida en 1979 durante un concierto en La Plata y obligada al exilio.
La intérprete vivió en España y Francia hasta 1982 que regresó a Argentina, con el retorno a la democracia.
Con un extenso repertorio de 41 discos, 7 premios Grammy Latinos, 12 Carlos Gardel y 2 Honoris Causa; Mercedes Sosa interpretó piezas de poetas y músicos como Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Víctor Jara, Silvio Rodríguez y Charly García, entre otros. Además, le dio voz a canciones como Gracias a la vida, Alfonsina y el mar y Solo le pido a Dios.
El último adiós
En 2009 Sosa pasó tres semanas en el Sanatorio de la Trinidad a causa de una disfunción renal. Su despedida fue multitudinaria y miles de seguidores le dedicaron un último adiós en el salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación.