Política y Economía

Buscan derogar el padrinazgo presidencial al séptimo hijo o hija: la leyenda del lobizón


La práctica se realiza por costumbre desde principios de siglo XX. Ahora, el diputado santafesino Esteban Paulón, del bloque Encuentro Federal de la cámara baja, busca derogar la ley

Este miércoles se presentó un proyecto para eliminar el instituto del “padrinazgo o madrinazgo” presidencial al séptimo hijo o hija de cada familia de Argentina.

El texto presentado en el Senado y Diputados de la Nación pretende derogar el Decreto 848/1973, la Ley 20.843, el Decreto 143/1974, el Decreto 964/1976 y el Decreto 1416/2009, según su primer artículo.

En su segundo artículo se aclara que las disposiciones de esta ley no afectan, en ningún caso, los derechos adquiridos bajo las leyes que se derogan.

Dicho texto fue presentado por dos diputados santafesinos del Partido Socialista de Santa Fe, Esteban Paulón y Mónica Fein.

La Ley 20.843 de padrinazgo presidencial​ es una legislación argentina que garantiza el padrinazgo del Presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo.

Esta ley tiene sus raíces en la gran inmigración proveniente de Rusia y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja.

Casualmente, Javier Milei, actual mandatario de la Nación, este mes fue notificado de que deberá ser padrino de un séptimo hijo varón. El bebé se llama Noah Portillo y nació en el Hospital Regional de Río Gallegos.

Qué es la leyenda del lobizón

La tradición de que el presidente de la Nación sea padrino del séptimo hijo varón de una familia tiene sus raíces en la leyenda del lobizón, una figura mítica del folclore argentino. Según la creencia popular, el séptimo hijo varón consecutivo de un matrimonio se transformaría en lobizón, un ser que se convierte en lobo en noches de luna llena. Para contrarrestar esta superstición, se instauró una práctica que sigue vigente: el Presidente de la Nación asume el rol de padrino de estos niños, otorgándoles un reconocimiento simbólico.