La agencia meteorológica de la ONU afirmó que el agujero en la capa que se halla sobre la Antártida podría recuperarse hasta los niveles de 1980
El pasado 16 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono 2024. Dicha fecha nos recuerda que el origen de la misma está en algunos productos que los seres humanos hemos creado y empleamos y que es vital sustituirlos por otros más inocuos.
La agencia meteorológica de la ONU afirmó que el agujero en la capa que se halla sobre la Antártida podría recuperarse hasta los niveles de 1980, (antes de que apareciera ninguna otra alteración de dicha capa) en torno a 2066.
La Organización Meteorológica Mundial espera que, si se mantienen las políticas actuales, la capa de ozono recupere los valores de 1980 (antes de la aparición del agujero de ozono) hacia 2066 en la Antártida, hacia 2045 en el Ártico y hacia 2040 en el resto del mundo.
La Organización dijo en el Boletín sobre el Ozono y los Rayos Ultravioletas que el agujero antártico ha ido mejorando lentamente en superficie y profundidad desde el año 2000, según la evaluación científica más reciente.
La publicación del boletín de la ONU coincidió con el Día Mundial del Ozono, que celebra la aplicación del Protocolo de Montreal y la posterior enmienda al pacto, conocida como Acuerdo de Kigali. Ese acuerdo internacional clave puso fin a la producción de «sustancias nocivas que agotan la capa de ozono».
La OMM señala que, el año 2023 estuvo marcado por dos características inusuales respecto al agujero: su aparición temprana a finales de agosto y su persistencia hasta bien entrado diciembre. Sin embargo, esto no contradice los descubrimientos de que se ha iniciado la recuperación.
Tras conocerse la noticia, el Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó que es esencial adoptar nuevas medidas de protección. «La Enmienda de Kigali del Protocolo, que se centra en la reducción progresiva de los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases que calientan el clima, pueden contribuir a avanzar en los esfuerzos de mitigación del cambio climático, protegiendo a las personas y al planeta», afirmó António Guterres. «Y eso es más necesario que nunca, ya que los récords de temperatura siguen pulverizándose», añadió.
La medición de la capa de ozono es clave
Matt Tully, presidente del Grupo de Asesoramiento Científico sobre el Ozono y la Radiación Solar de Rayos Ultravioleta de la OMM, afirmó que el Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) proporciona continuamente un apoyo crucial a la ciencia del ozono mediante observaciones, análisis, modelización, gestión de datos y creación de capacidades.
«Es fundamental que las observaciones del ozono, las sustancias que agotan esta capa y la radiación ultravioleta (UV) se mantengan con la calidad, resolución y cobertura mundial necesarias para dar cuenta de los cambios en el ozono durante las próximas décadas», dijo Tully. «Muchos factores influirán en la esperada recuperación del ozono, que debe ser plenamente medida y comprendida».
Otras conclusiones
El boletín de la OMM también ofrece detalles sobre las estrategias para proteger la salud humana y el medio ambiente de la radiación ultravioleta, al tiempo que explora el impacto de los patrones meteorológicos y de una erupción volcánica importante, sobre el agujero antártico en 2023.
En él se afirma que «los valores totales de ozono en columna en 2023 estuvieron dentro del rango observado en años anteriores y en línea con las expectativas, debido al comienzo de la disminución de cloro y bromo, gases que devoran la capa de ozono en la estratosfera».
Aunque el boletín detalla cambios positivos en el agujero de ozono antártico, constata que son los fenómenos atmosféricos los que pueden tener un gran impacto en la evolución periódica del agujero. La OMM afirma que los científicos aún tienen algunas lagunas en la comprensión de estas variables y que seguirán vigilando de cerca la capa de ozono para explicar cualquier cambio inesperado.
La monitorización continua del tamaño y posición del agujero de la capa (que en realidad son varios) es vital para tener informes que guíen a los científicos acerca de cuáles son los pasos a seguir para que el ritmo de disminución no se detenga y por fin el problema desaparezca en 2066.